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“Es de suma importancia incluir el feminismo y la perspectiva de género en el análisis de los aspectos de la creación, la distribución y la producción del arte popular”, aseguró Saraí Tapia, titular del proyecto Mujer Artesana del cual se desprendió la primer “Semana de la Mujer Artesana”, que comenzó el 13 agosto y finalizó este viernes después de una serie de actividades para reconocer, visibilizar y preservar el trabajo artístico artesanal que elaboran las mujeres, en este caso de Tonalá y Tlaquepaque.
El proyecto, apoyado por el Programa de Acciones Culturales Multilingües PACMYC, que entrega la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y la Secretaría de Cultura de Jalisco, concluyó su primera etapa esta tarde en el Museo Nacional de la Cerámica Pantaleón Panduro donde, como reconocimiento a todas las artesanas del estado, se homenajeó a tres de ellas: Paz Cejas, de 100 años de edad, Alejandra Rosas, de 92 años y María Martínez de 85, quienes dedicaron su vida se dedicaron hacer los nacimientos y sus complementos con la técnica tradicional manera de Tlaquepaque.
Alejandra Rosas, quien hacía pastores y complementos de nacimiento, era ya la única en pintar con la técnica al temple que requiere anilina, yema de huevo y goma de mezquite; mientras que María Martínez, fue una artesana que toda su vida comercializó sus piezas en Ciudad de México y en Jalisco su carrera es prácticamente desconocida.
Saraí Tapia, señaló que “se reconoce a estas artesanas, algunas por primera vez, por preservar las técnicas, por su aportación a la cultura jalisciense y del país y como generadoras de identidad. El objetivo es dar a conocer estas técnicas que son patrimonio y que viven a través de sus manos, a pesar de estas estructuras, hasta hoy son mujeres que se pueden reconocer y se da ahora sí a sus obras un nombre, un apellido y una imagen”.
La semana de las artesanas
Algunos de los resultados de la Semana de la Mujer Artesana, se vieron desde la expo-venta, que se realizó del 13 al 15 de agosto, en la explanada del Jardín Hidalgo, en Tlaquepaque, donde participaron 25 artesanas de Tonalá y Tlaquepaque, cuya primera inquietud, señala Saraí Tapia, son los ingresos económicos después de la merma que han tenido con la pandemia, meta que se cumplió, ya que en general todas pudieron vender su obra.
Sin embargo, señala que la expo sirvió también para “preservar, difundir, para conocerlas, seguir con las tradiciones y a empoderarlas económicamente. Este empoderamiento se ve reflejado en sus bolsillos, en su actitud y en el reconocimiento de los varones, que reconocen los esfuerzos de las artesanas y su legado”.
En la parte académica, se realizaron tres conferencias. La primera “El arte, la historia y la cultura para las mujeres herederas del arte popular”, con la participación de Verónica López y Ricardo Duarte, propició una reflexión sobre la necesidad de comenzar a documentar y reconocer el papel de la mujer en las piezas de arte popular. En la segunda charla, “Feminismo y Arte Popular”, a cargo de Eli Bartra, se reconoció que el tema es muy amplio, y habría que analizar la participación de la mujer en cada uno de los procesos de la cadena de valor de las artesanías.
Por último, en la conferencia “Las mujeres como generadoras del cambio social», que ofreció Claudia Mandel, se planteó el difícil contexto del feminismo a nivel internacional que se manifiesta en medio de las estructuras previamente establecidas para los hombres, con lo que se hizo una radiografía de estas dificultades e inequidades que no se limitan a México.