En el Misterio del Club Atómico, Francisco Haghenbeck deja fluir su imaginación sujetándose de hechos históricos que dan fortaleza a esta novela juvenil
Por Mario Díaz (El Master)
Durante su participación digital de la Feria Internacional del Libro, Francisco Haghenbeck, y la Editorial SM presentaron El Misterio de Club Atómico, donde el personaje principal un adolescente mexicano radicado en Estados Unidos se ve envuelto en el homicidio de un superhéroe antes de que el presidente de la nación más poderosa del mundo los convoque para frenar la amenaza nuclear que viaja en submarino a una base hostil.
En charla telefónica con el autor y Ezpiral de Libros, Francisco Haghenbeck puntualiza que tras casi veinte años de tener esta historia aguardando su momento, decidió hacer algunos cambios que fueron de la idea principal de un Comic a transformar toda esta aventura en una novela.

“Este libro es un regreso a mis orígenes, comencé escribiendo comics para DC Comics, Súperman y Crimson. Es un poco un el regreso a mis raíces de escritor y quise usar el género de comics, pero ahora en literatura a la que tuve que construir creando nuevos personajes.
“Lo primero que me vino a la mente fue que tenía que ser un superhéroe, pero mexicano y además tenía que ser un chavo, es un poco como la venganza de que siempre estos personajes son güeritos, en El Misterio del Club Atómico definitivamente sería un personaje mexicano al que le gustan los burritos, el chile”, comenta Haghenbeck.
La historia se desarrolla durante la administración del trigésimo quinto presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy y en medio de la crisis de los misiles soviéticos con rumbo a Cuba (1962), los superhéroes al servicio norteamericano se encuentran en una lejana cafetería a la espera de la llamada presidencial para entrar en acción.
César un joven mexicano que tras los bombardeos accidentales de Estados Unidos a tierra mexicana es afectado con la radiación de una de estas ojivas y adquiere sus increíbles poderes, este personaje también es convocado a la cafetería, pero antes de estar listo para entrar en acción, tendrá que resolver el asesinato de uno de los superhéroes reunidos en esta lejana cafetería de carretera, con la única certeza de que fue uno de ellos.
“Es como una novela de Agatha Christie pero en formato de comic. Esta fue la intención total que al leerla pudieras ver el comic, pero es una novela. El género de superhéroes o los comics que llevan más de cien años y siguen teniendo éxito con los chavos, siguen leyendo Batman, Superman, Hombre Araña, creo que es importante tener héroes o modelos a seguir sobre todo en un momento como hoy en día que hay una gran crisis de valores, liderazgos, creo que, aunque los héroes son ficticios vienen a llegan un poco la ausencia de modelos a seguir, por eso es tan exitoso este medio”.

A César, el protagonista se le ve una carga de rechazo por sus orígenes mexicanos, el mismo se siente un poco menos frente a otros sujetos, lo piensa y es esta carga emocional lo que lo hace más humano, vive lo que cualquier emigrante mexicano pudiera vivir en Estados Unidos.
“Es inseguro, se siente señalado por ser mexicano y por ser joven, pero al final llega a conocerse a sí mismo y a comprender el poder que tiene, más que el poder de superhéroe sino el poder que tiene como persona. Esta parte es muy bonita, el darles a los chavos una plática (con su novela) de poder decirles que pueden llevar en su interior, tienen sus propios poderes, pero también como siempre se ha dicho si tienen un don tienen una responsabilidad con él, tienen que usarlo, desarrollarlo, trabajarlo y hacerlo mejor cada día”.
Bombardeos
Haghenbeck saca del cajón de los olvidos históricos un tema que le da casi origen a César, cuando en 1957 y 1971 Estados Unidos bombardeó México, fue una época de mucha angustia, porque en el ambiente diario estaba el tema de los misiles de la URSS en Cuba, “en donde estuvimos a una nadita de una tercera guerra mundial. Estuvo muy feo y me gusta que mis historias estén enraizadas en hechos históricos reales. Sirve para darles ese toque real porque, aunque sabiendo que es ficción, existe esta ambientación y escenografía que es real y esto vuelve a los personajes más empáticos a nosotros”.
El Misterio del Club Atómico es una historia que te atrapa de inmediato, te das cuenta que es un joven que te está platicando su historia, poco a poco lo vas descubriendo, entendiendo y por momentos toca temas filosóficos intensos.

“El secreto para escribir a los jóvenes es no limitarse y no cambiar mucho tu lenguaje, tal vez bajarle un poco pero, definitivamente nunca intentar tratarlos como si fueran tontos, como si no tuvieran una capacidad de entendimiento adecuado, sino al contrario tienes que hablarles con netas, no callarse nada. Sabes hablamos de temas filosóficos como de Campell, Carl Jung, sobre el heroísmo, la responsabilidad, sobre el bien y el mal y puede ser que incluso sean asuntos filosóficos de adultos que los que se plantean y caben dentro del marco de esta historia«.
Finalmente sostiene que los libros y la literatura tienen la función “de divertir, pasar un gran rato, si, hay algunos que dicen que se tienen que leer para saber más y entender mejor, pero para mí es para divertirse. Te das cuenta que es un gran placer la lectura y desde jóvenes podemos a través de este maravilloso objeto ir metiendo la semilla de la lectura”.