Juan Carlos Huerta Vázquez.
El mayor de los hermanos Beltrán Leyva, Héctor, “el H”,falleció a consecuencia de un infarto, según informaron la Comisión Nacional deSeguridad y el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención yReadaptación Social.
El deceso se registró la tarde de este domingo en el Hospital Adolfo López Mateos de la Ciudad de Toluca, en el Estado de México, tras sufrir un paro cardiaco, por lo que el interno con número de expediente 3889-AJ-16, fue excarcelado del Penal Federal Número 1, el Altiplano.

La encargada de Trabajo Social en el nosocomio, Elvira Bernal Vázquez, notificó del arribo del paciente, ya sin signos vitales, y sin lesión alguna.
Previamente, el encargado de la seguridad del penal reportó que el también apodado “Ingeniero”, o “el General”; presentó dolores intensos en el lado izquierdo del pecho, por lo que de inmediato médicos del centro federal le brindaron los primeros auxilios conforme a los protocolos, pero al notar que no se recuperaba, las autoridades carcelarias decidieron trasladarlo al referido hospital.
Su historia
Originario de Badiraguato, lideraba junto a sus hermanos, la célula, dentro del Cártel de Sinaloa, conocida con el nombre que alude a las hormigas arrieras, y es que “Mochomo” era el apodo de su hermano Alfredo, quien fue detenido por la intervención de su primo Joaquín Guzmán Loera, lo que provocó la escisión del grupo delictivo y la enemistad que persiste entre los allegados de ambos personajes.
El “H”, lideró el grupo delictivo que se conocía por sus apellidos, Beltrán Leyva, y se convirtió en uno de los narcotraficantes más buscados en México y Estados Unidos, luego de la muerte de su hermano Marcos Arturo, “el Barbas”, quien fue abatido en diciembre de 2009 durante un enfrentamiento con infantes de marina mexicanos.
Héctor Beltrán Leyva, a pesar de ser el mayor de los hermanos, fue el último de ellos al frente del grupo delictivo, considerado como uno de los más sanguinarios, y el responsable de detonar la guerra de todos contra todos en 2008.
Su detención se registró en 2014, mientras comía en uno de los mejores restaurantes de San Miguel de Allende, Guanajuato.
El último de los hermanos frente al Cártel
Héctor era el mesurado y formal de la familia, pero Alfredo, “el Mochomo”, el más joven de los hermanos, fue el primero en ser detenido, en 2008, luego en 2014 fue extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta cargos en la Corte del Distrito de Columbia por importar toneladas de cocaína y de metanfetaminas a Estados Unidos.
Posteriormente, Arturo, considerado el más violento, fue abatido en 2009, y su muerte detonó el odio de los narcotraficantes, ya que se difundieron imágenes de su cuerpo inerte en el que los marinos dejaban caer billetes que se manchaban con su sangre.
Después, Carlos fue capturado en 2010; aun así el grupo nunca ha dejado la plaza de Sonora, y extendió sus operaciones de siembra de mariguana a un punto llamado Cuadrilátero del Diablo, en la región alta de la Sierra Madre Occidental, y que toca terrenos de Chihuahua, Durango, y Sinaloa. Su fuerza se vio mermada con la escisión de dos grupos: Los Rojos y Guerreros Unidos, que operan en Guerrero, Morelos y el sur del Estado de México.
Los últimos líderes
En 2016 fue detenido en Zapopan Jalisco, Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, identificado por las investigaciones federales como “El Mochomito”, hijo homónimo del menor de los hermanos Beltrán Leyva.
Apodado por sus familiares como “el Tigre”, tenía poco de adquirir notoriedad y según las indagatorias de la PGR, de haber asumido el liderazgo del cártel; al momento de su aprehensión, se le aseguraron armas largas, una granada y diversos paquetes de droga. Se le señala, también, del secuestro de sus primos Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán, hijos del “Chapo” Guzmán.
Actualmente está recluido en el Centro Federal de Reinserción Social número 2, en Puente Grande, Jalisco.
Al momento se considera como líder del Cártel Beltrán Leyva a Fausto Isidro Meza-Flores, “el Chapo Isidro”, descrito por el FBI como uno de los personajes más buscados, y se le señala de posesión, distribución e importación de grandes cantidades de heroína, metanfetamina, cocaína y mariguana hacia el territorio estadounidense, su detención representa una recompensa de cinco millones de dólares.
En febrero pasado, obtuvo un amparo de parte del JuzgadoSéptimo de Distrito con sede en Los Mochis, que lo protege contra una orden deaprehensión, girada por el Juez Sexto de Distrito, en la causa penal 53/2013por el delito de delincuencia organizada.