En su libro más reciente la que fuera considerada la feminista más “radical y empoderada” de Brasil, expone lo que considera la realidad de este movimiento y propone el cómo rescatar de la falsa y supuesta libertad que promueve este movimiento
Por Mario Díaz (El Master).-
Sara Winter fue cofundadora del grupo feminista radical Femen en Brasil, llegó a crear su propio grupo radical BastardXs, fue encarcelada por protestar y amenazar al Supremo Tribunal Federal de Brasil; pero luego dio un giro de 180 grados incluso cambió su nombre al de Sara Huff, es ahora una de las voces conservadoras más férreas contra este movimiento, incluso fue parte del equipo de gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, ex presidente brasileño. En entrevista telefónica para Efecto Ezpiral, nos habla de su más reciente libro Cómo fabricar a una feminista… (editorial Harper Collins Enfoque) en donde aporta algunos antecedentes históricos e investigaciones sobre el feminismo en donde trata de exponer las soluciones que surgieron de las principales exponentes feministas y lo que considera devastadoras consecuencias que les han causado a las mujeres.
“Llamo la atención a lo siguiente, hoy las jóvenes que se definen como feministas, nunca han leído una obra feminista siquiera, yo mientras era feminista por cinco años que estuve involucrada nunca leí un libro feminista, si lo hubiese hecho habría cochado con estas cosas”.
¿Qué era feminismo para ti?
“Pensé que el feminismo era un movimiento que lucharía por los derechos de la mujer para protegerla, mientras tanto pasan cinco años en el movimiento feminista y no salvo a ninguna mujer, no sano mis heridas personales, no ayudo absolutamente en nada y este es mi mayor crítica al movimiento feminista, mira a México nunca antes en la historia de este país hubo tantos colectivos feministas organizados que hacen protestas, que hacen marchas, quejas etcétera, mientras tanto los índices de violación en México sigues subiendo, los índices de explotación sexual siguen subiendo, violencia doméstica siguen subiendo, no es necesario ser un genio para concluir que las feministas el trabajo que estamos haciendo es deficiente, no llega ni llegará a la mujer vulnerable”.
“Las mujeres vulnerables no necesitan de discusiones infantiles sobre si los pelos de las axilas deben de ser largos o no, no necesitan que el 8 de marzo salgan a la calle hacer este desastre, desorden, romper todo, hacer actos vandálicos, rayar el patrimonio público; la mujer vulnerable no necesita de adolescentes que sacan fotos con una camiseta de Frida Khalo y la suban a Instagram”.
“El movimiento feminista es demasiado infantil y no llega a la mujer vulnerable y la prueba de eso es que mientras crece el número de colectivos feministas, crecen también los otros índices de violencia contra la mujer”.
En su libro Sara Huff, va platicando en primera persona lo que vivió como activista feminista y te expone de casi como una charla íntima lo que sus lecturas fueron encontrando, en donde concluye que este movimiento no es la búsqueda de la igualdad entre mujeres y hombres que es lo que a su decir han querido dar a conocer, sino que el feminismo se puede definir como un movimiento social que tiene como objetivo la destrucción de la naturaleza de la mujer y la subversión de los roles masculinos y femeninos, destaca la autoría.
“Mi crítica principal es que el movimiento feminista es inútil y normalmente sirve para explotar el dolor, y sufrimiento de mujeres víctimas de un trauma, transformarlas en títeres ideológicos con el objetivo de llegar al poder, de utilizarlas como mano de obra barata para poder lograr tener ganancias en la industria farmacéutica, por ejemplo con el supuesto cambio de género; la industria del aborto donde se convence la mujer que para ser empoderada hay que hacer sexo casual, esa es la revolución sexual feminista y vienen los embarazos indeseados en donde la mujer por lo general tiene que pagar a una industria para que le maten a su hijo. Esto no es libertad, esto es solo explotación del cuerpo de la mujer”.
En México y en varios países de América Latina este año es electoral, en donde este tema les resulta bueno para llevarse algunos votos, pero ¿crees que estas mujeres de la política saben de qué trata este asunto?
“No, son ignorantes, pero son muy astutas porque estas que se están involucrando en la vida política con sus trajes muy finos, son las que están explotando ideológicamente a las mismas jóvenes que son ingenuas y las utilizan para ganar votos para continuar en el poder y continuar con sus bolsillos llenos de dinero, mientras tanto repito, cuanto más feministas en el poder, en la calle los índices de violación siguen aumentando”.
“Desde aquí hago un desafío público, desafío a las diputadas de Morena a decirme, explicarme como extranjera tengo la legitimidad de preguntar en mi paso por México y veo que hay muchas mujeres involucradas en el poder que se dicen feministas, ¿señoras qué están haciendo que no bajan los índices de violencia contra las mujeres?”
Como funcionaria en el gobierno de Jair Bolsonaro, y una vez que decides apartarte de este movimiento qué fue lo que hicieron en favor de esta vulnerabilidad de las mujeres de la que hablas.
“Yo mujer antifeminista tuve el privilegio por mis propios logros en 2019 fui coordinadora nacional de políticas para maternidad y embarazo bajo el gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil, como bien lo dices, ocupé este puesto político y nacional y junto con el Ministerio de Justicia nosotros percibimos que no era una ideología feminista que iba a bajar los índices de violación. Si hay violaciones es porque hay violadores, entonces la respuesta no es señoras feministas vamos a proponer el aborto en caso de violación, no hace que los índices de violación bajen, proponer esto no hace que disminuya el número de violadores”.
“¿Qué hicimos en Brasil?, subimos las sentencias triplicamos, cuadruplicamos las sentencias de cárcel a los violadores, sacamos todos los privilegios que tenían como televisión, libros, visitas, les quitamos todo”.
“Demos más libertad a las mujeres a las que quieran, esto es un tema controversial, pero respetando la libertad individual de cualquiera, en Brasil bajo el gobierno anterior posibilitamos la adquisición de armas de fuego para mujeres víctimas de violencia, sabes lo que pasó con este mensaje duro a los violadores, en ocho meses de gobierno logramos bajar un 14 por ciento los índices de violación. Entonces la respuesta a mejorar la vida de las mujeres no puede venir de una proposición ideológica, hay que ubicarse en la realidad”.
En su libro aunque reconoce que si existen problemas verdaderos y representan causas legítimas como la violencia contra la mujer; las violaciones y los acosos sexuales, que deben ser solucionados, también expone que el feminismo crea problemas completamente inexistentes en el imaginario femenino, como el supuesto aburrimiento que el ama de casa norte americana siente producto de estar demasiado tiempo dedicada a la vida familiar y muy poco inmersa en la vida pública, como lo refiere Betty Friedman en su libro la Mística femenina, por señalar uno.
“Si puedo enviar un mensaje a las actuales y próximas diputadas, senadoras, a las propias activistas y jóvenes feministas es, si quieren cambiar la vida de la mujer vulnerable no lo van a lograr a través de ideologías, movimientos, de quejas públicas, esto se logra con políticas públicas eficientes y se logra con la sociedad involucrada en actos de caridad, porque salir a la calle, mira no es necesario ser una genio para comprender lo siguiente, es cuestión de lógica básica:
“El machismo existe, cómo lo van a combatir, con gritos y carteles o con educación familiar, con desarrollo de virtudes en el hogar, con familias estructuradas, no destruidas, esto es lo que quiero proponer y lo traigo en mi libro, que el movimiento feminista al revés daña a la mujer y que para ayudar a mujeres no es necesario ser una militante, no es necesario hacer todo este escándalo, basta ser una persona que camine en dirección al bien, que esté interesada no en lograr el poder, sino ayudar al próximo”.
Pero al parecer el feminismo se demuestra al menos en México el 8 de marzo y si bien les va se les da el nueve como día de descanso a muchas de las trabajadoras, como para compensar su marcha.
“Tengo 31 años mi generación pasamos y fuimos víctimas de lo que llamo embrutecimiento programado, para ser unos idiotas, fuimos una generación que fuimos bombardeados por los medios de comunicación en educación y entretenimiento para no saber pensar, leer, escribir, reproducir información ya no sabemos, no tenemos sentido crítico, sentido de proporcionalidad escuchamos una cosa lo tomamos como verdadero y empezamos a reproducir”.
“Las personas que repiten eso de machismo opresor, no al patriarcado, nunca han leído un buen libro feminista, solo repiten lo que creen es el motivo de lucha; además de haber sido la feminista más influyente de mi país, Brasil, que suma más de 250 millones de habitantes por cinco años, conocí lo más íntimo del movimiento feminista y tengo legitimidad para decir que como muchas otras ideologías esto es una gran mentira, una trampa para la mujer”.
“Siempre digo a mis alumnos, quiere elevar el nivel intelectivo, pues hay que estudiar, leer, informarse, no hay camino corto. Desafortunadamente hoy los jóvenes si preguntas al joven lo básico en filosofía e historia ellos saben lo que es cisgénero, transexual, homofobia, vegano, pero si les preguntas temas de la independencia de México o Revolución no lo saben, esto es una vergüenza y pasa en muchos países”.
Finalmente, hay algún punto de retorno o será un movimiento que llegó para quedarse.
“Es posible a partir del momento de que las personas y sobre todo los padres de familia empiecen a recuperar su autoridad frente a sus hijos y empiecen a educarlos para ser más virtuosos, para deshacerse de sus vicios y desarrollas sus virtudes y ser ejemplo a sus hijos; porque hoy los padres de familia también me relaman de sus hijos, pero ellos tampoco son un buen ejemplo, entonces primero hay que ser ejemplo, empezar a ser bondadoso, servir al prójimo y dar todos estos ejemplos a los hijos. Hoy si los jóvenes están metidos en tantas propuestas ideológicas es porque en la familia no les están proponiendo más nada, entonces si hay cómo recuperarnos, en mi libro en el último capítulo hablo de eso cómo recuperar a su hijo de una ideología”.
“Todo el sistema fue construido para quitar autoridad a los maestros, de los padres en todo, pero hay como ir recuperando la autoridad y direccionarlos a un camino de bien, ahí pueden leer algunas sugerencias y estrategias”.
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