Solo requieren el apoyo de autoridades para concretar el cambio de tecnología de quema tradicional de combustibles a cero emisiones
Por Mario Díaz (El Master).-
El camino para los integrantes de la Cooperativa Unión de Productores de ladrillo sustentable “La Esperanza” no ha sido fácil, primero lograron entender que es mediante este tipo de organización como generarán cambios en beneficio de sus familias, en segundo lugar reconocen que las acciones contra el cambio climático es responsabilidad de todos, de ahí que decidieron iniciar su largo camino para transformar su tecnología de quema tradicional de combustibles en hornos a prensas hidráulicas con cero emisión y con energía sustentable.
Para concretar este proyecto piloto que pretende ser la punta de lanza para las ladrilleras establecidas en Jalisco necesitan el apoyo de las autoridades municipales y estatales, en concreto que les den la pertenencia legal de las zonas donde actualmente realizan su labor, toda vez que cuentan con apoyos internacionales de capital semilla para iniciar esta primera unidad que utilizará energía eléctrica mediante celdas solares, pero requieren de la pertenencia de la tierra para poder transitar de manera sólida a este cambio que será en beneficio del medio ambiente del área metropolitana de Guadalajara.

Por lo anterior acudieron al Congreso del Estado representantes de esta cooperativa, Rosita Bernal, Martín Vázquez y José de Jesús “Chúntaro” a solicitar una vez más que sean escuchados por las autoridades y que en realidad se comprometan con hechos y no solo de palabra o solo en temporada navideña como suele ocurrir año con año.
Rosita Bernal, integrante de esta cooperativa, agradeció que el gobierno los volteó a ver en la pasada temporada decembrina, pero hizo un llamado a no que solo los tomen en cuenta en Navidad para detener la quema de ladrillos a cambio de un apoyo económico, sino que quieren que estos apoyos en realidad trasciendan.
“Queremos que en verdad nos apoyen a un cambio trascendental con el cambio de tecnologías, para poder contribuir a un cambio climático más bueno. Estamos nosotros muy atacados por la sociedad y los gobiernos, hago un llamado a los municipios porque formamos parte de la sociedad, diario estamos tocando puertas tenemos muchas necesidades tanto en la producción, nuestras viviendas, familias, salud que no somos atendidos como personas, como sociedad, como trabajadores de un municipio y de un estado”, sentenció.

Por su parte Martín Vázquez, también integrante de la cooperativa “Esperanza” pidió a las autoridades que no los hagan a un lado, sino que los ayuden a salir del “hoyo”.
“No nos dejen afuera de programas para poder salir junto con los compañeros ladrilleros, ocupamos que nos integren y nos inviten a mesas de trabajo para echarla ganas a esta problemática que tenemos. Queremos dejar a nuestros hijos algo más saludable para el día de mañana”.
Acompañados por la ex regidora de San Pedro Tlaquepaque Daniela Chávez, del regidor de Zapopan Pedro Kumamoto y de Susana de la Rosa, diputada anfitriona de esta rueda de prensa, en donde Daniela Chávez, quien ha trabajado con en este tema por cerca de cinco años señaló que Jalisco ocupa el segundo lugar en producción y cantidad de productores de ladrillo a nivel nacional, detalló que para el 2016 en el estado existían mil 994 hornos artesanales de los cuales más del 57 por ciento están establecidas en el área metropolitana de Guadalajara.
“El sector ladrillero representa la base de la construcción de casas en nuestro país, ya que seis de cada diez viviendas son hechas a base de ladrillo, a pesar de la importancia que tiene este sector para la economía la realidad es que la mayoría de familias productoras viven en condiciones de gran vulnerabilidad”.
Detalló que esta actividad tiene un gran impacto ambiental y social por lo que se requiere del apoyo de las autoridades para que puedan emigrar a tecnologías más amables con el medio ambiente, que a la par mejoren sus condiciones laborales, la calidad del aire y su entorno familiar.
Por su parte Pedro Kumamoto destacó que en el 2050 se tiene que llegar a una neutralidad de emisiones de carbono, de acuerdo a tratados internaciones que firmó el país, en donde se cuentan con diagnósticos metropolitanos sobre las cuestiones prioritarias para hacerse frente a la crisis climática del Área Metropolitana de Guadalajara.
Para el exdiputado independiente llegó el momento de tomar una de las dos opciones frente a esta situación ambiental, “O nos condenamos por el individualismo o nos salvamos en colectivo”.

Destacó por tanto el esfuerzo que están realizando los ladrilleros al apostarle “a la transición de las materias primas para poder llegar a ser una industria que logre la transición energética, que dejen de utilizar distintas fuentes que son contaminantes. Están dando ejemplo de inclusión y de cambio de modelo productivo, de modelo energético y con una visión en donde todas y todos podemos salir adelante”.
Agregó que solicitarán al gobierno de Jalisco que los reciban para poner en marcha una ruta de trabajo que permita involucrar a varias dependencias para sacar este esfuerzo que realiza la Cooperativa Unión de Productores de ladrillo sustentable “La Esperanza”.
El ingeniero Andrés Aranda que ha trabajado con esta organización desde hace años aclaró que cuentan con el apoyo en capital semilla y en tecnología por parte de la cooperación técnica de Alemania, y en específico de la cooperativa de energía sostenible EWS, aclaró que este modelo hace a un lado la quema por combustión y se producen un ladrillo sostenible, prensado mediante energía eléctrica vía paneles solares, puntualizó que los modelos técnicos los hizo la Universidad Ibero de Puebla en el 2020.
Se tiene contemplado la producción de 30 mil piezas al mes que pueden ser pocas piezas para la cantidad que llegan a manejar, pero al integrar a los 80 miembros asociados que le apuestan a este nuevo modelo de producción, este monto subirá considerablemente.
“El financiamiento semilla es de la cooperativa alemana EWS (ElektrizitätsWerke Schönau) pionera en cooperativa de energía, quieren venir a inaugurar la primera producción de ladrillo sostenible, pero dadas las condiciones de pobreza y vulnerabilidad no tienen terreno propio, no tienen certidumbre de su tierra y no se puede iniciar con los aditamentos necesarios para iniciar su producción al no contar con terreno propio”.

Finalmente, la diputada de Futuro Susana de la Rosa, destacó que:
“Estamos ante una problemática social, económica y ambiental, pero al mismo tiempo puede convertirse en un gran ejemplo de cambio, de cómo es posible replantear una actividad económica dentro del contexto de la crisis climática y resolver uno de los problemas más urgentes de salud pública”.
“Las y los productores de ladrillo consientes del impacto ambiental que genera la producción tradicional de este material de construcción han tomado la iniciativa de transitar hacia nuevas tecnologías que permitan reducir de manera sustantiva las emisiones generadas por esta actividad”.
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