Todo empezó cuando le pidió a su subordinado que preparara bebidas para sus invitados, como se demoró un poco el dirigente del PVEM en Jalisco explotó de manera violenta
Por Mario Díaz (El Master).-
Braulio Álvarez, hasta hace unos días chofer y particular de Enrique Aubry de Castro Palomino, presidente del Partido Verde Ecologista de México Jalisco, presentó una denuncia contra este último por amenazas de muerte y agresiones en su físico.
Los hechos a decir de la víctima ocurrieron el pasado miércoles cerca de las 19:15 cuando en el departamento del violento político ubicado en el edifico Demetria, en Avenida de la Paz 2207 a unos pasos de avenida Unión/Américas Aubry de Castro tenía una reunión con algunos invitados, por lo que le pidió a Braulio Álvarez que les sirviera unas bebidas.
Se dirigió a la cocina y al cuarto de servicio para ver con qué bebidas atendería a los invitados.
«No pasaron diez segundos cuando Enrique se fue tras de mí diciéndome que no le hacía caso, que era un bueno para nada, que lo que él me pagaba en dónde más me lo iban a dar y fue cuando estando en el cuarto de servicio me empezó a ahorcar. Estaba muy alcoholizado y hasta bajo efectos de alguna droga, por su comportamiento irreconocible, extremadamente violento».
Cabe señalar que la víctima tenía tres años militando o trabajando para el Partido Verde Ecologista de México y desde el pasado enero pasó a trabajar directamente bajo las órdenes de Enrique Aubry de Castro Palomino, como chofer, particular y mano derecha del violento político.
La presión que el exdiputado local ejercía sobre la garganta de su subordinado a decir de éste lo dejaba poco a poco sin poder respirar.
«Con todas mis fuerzas que me quedaban pude liberarme y en el forcejeo me rompió la camisa, al sentir que estaba libre tomó un cuchillo y me señaló indicándome que me iba a matar, traté de tranquilizarlo porque ya sé como es y la verdad temía por mi vida. Cuando pude salir del cuarto de servicio y regresar a donde estaban sus invitados, él trató de aparentar que no había pasado nada, para que las personas que estaban ahí no se dieran cuenta de su comportamiento».
«Pedí el elevador para abandonar el lugar y volvió arremeter en mi contra, gritándome que no me podía ir, a dónde vas niño ven para acá, me gritaba pero para mi fortuna pude bajar hasta el lobby del hotel Demetria y salí corriendo por avenida Américas con dirección a Niños Héroes».
Braulio Álvarez recuerda que a dos cuadras de distancia se sintió un poco a salvo, ya que consideró que el político lo dejaría en paz, sin embargo le cerró el paso un chevy en color blanco en donde iba Aubry de Castro junto con otros dos de sus empleados, en un video que pudo grabar el infortunado se ve qué se baja el dirigente del PVEM Jalisco ordenando a sus acompañantes:
«Agárralo. Súbelo al cabrón».
«Me quisieron subir a la fuerza, me decía que me subiera porque sino me iba a matar, simulé que haría lo que me pedían para tranquilizar las cosas, pero al arrimarme al coche me doy cuenta que tenían un arma de fuego, así que cierro la puerta y salgo de nueva cuenta corriendo».
«Salió tras de mí diciéndome que lo iba a lamentar, que sabía dónde vivía y que me iba a matar, mucha gente que estaba en la avenida se dieron cuenta de que me perseguían y me amenazaban, espero que alguien más haya grabado esa situación».
Sostiene que teme por su vida y la de su hermano toda vez que la gente de Enrique Aubry sabe incluso dónde trabaja, por lo que lo hace responsable de cualquier acto de violencia que se pudiera generar en contra su contra.
«Desde que estoy trabajando con él, siempre ha sido violento de manera verbal hacia mi persona, pero lo tiraba de loco y listo. Pero también amenaza a la gente, por ejemplo llega a un lugar a un restaurante y como no lo atienden rápido empieza a agredirlos; por el tráfico y que no lo dejan pasar, quiere que ahuevo se quiten, les grita que los va ha matar, la gente se asusta es muy violento».
No es la primera vez que este político se ve envuelto en escándalos mediáticos por la violencia que genera, por lo que Álvarez tiene la esperanza de que esta denuncia no termine en un carpetazo.
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