- Durante la presentación de Recuerdos del futuro, en donde estuvo acompañada por Elena Poniatowska, la escritora confesó que no le daría la mano al presidente de EU
Efecto Ezpiral.-
Un “No” definitivo y sonoro fue la respuesta que Siri Hustvedt, autora de Recuerdos del futuro (Seix Barral, 2019) dio a Elena Poniatowska cuando la autora de La noche de Tlatelolco le preguntó sobre la hipotética posibilidad de si estrecharía la mano de Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, si se lo topara en el camino.
Esto fue porque Poniatowska le contó a la escritora estadounidense una anécdota que vivió en una visita a una prisión mexicana.
“A mí me pasó algo en una cárcel, el encargado de ahí me preguntó si quería conocer al mejor preso con el que contaban, así que me trajo a un hombre alto, que me dio la mano y el general me dijo: ‘Usted acaba de conocer al asesino de Trotski’. Yo me horroricé, no sabía dónde poner mi mano, fue una de las peores experiencias que había vivido, a pesar de que cuando eres joven todo lo minimizas, y pues, ¿tú estrecharías la mano de Trump?”, fue como surgió la interrogante que arrancó la ovación de la totalidad del Salón 6 y que contó con la presencia, entre otras personas, de la actriz Patricia Bernal y la extitular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco Guadalupe Morfín.
Durante la charla, Hustvedt, quien fue reconocida recientemente con el Premio Princesa de Asturias de Literatura 2019, habló sobre diferentes aspectos de su novela, aclarando a Poniatowska que, si bien su novela parece una autobiografía, hay aspectos que no vivió de manera personal.

“Realmente, me escondo a mí misma en este libro. Las historias son verdaderas, pero no me sucedieron a mí. Sí viví en Nueva York, sí me mudé, sí tengo mucho en común con la narradora, ambas, la joven y la vieja, pero no es la historia de mi vida. La inventé. Y tiene otro giro, es Deus Ex Machina, es como lo sobrenatural entra en la historia y la interrumpe”, comentó la autora estadounidense nacida en 1955.
Hustvedt también habló sobre lo que ha representado para ella el poder curativo de la escritura, algo que le ha funcionado en episodios como algunas migrañas constantes; también compartió con los asistentes cómo por medio de la escritura ha ayudado a otras personas.
“Lo pondré de esta manera. Creo que la escritura me ayudó a mí. No siento que quiera dar una recomendación general, siento que sería un poco peligroso. Pienso que tenemos algo en común, al leer su trabajo [de Elena] siento que respondo una pregunta muy importante, que se ve en esta novela también, ¿Quién debe contar la historia? Me parece, sin dar una recomendación, que es importante que la gente cuente y escriba sus historias y así no sólo viviremos con nosotros, sino que habitaremos en nosotros. En el primer párrafo de esta novela la narradora dice: ‘No sabía lo que ahora sé: al escribir también me escribía’. Eso es parte del humano, vivimos en una cultura del trabajo duro, y eso es una de las razones que tuve de leerla a usted, porque las voces múltiples están presentes y otro nosotros sale a flote”, expresó Hustvedt.