A poetry reading any given thursday
Por Fernando Ortiz
Poeta maldito, provocador, con playera negra de Iron Maiden, leyendo sus escritos sobre el maligno a cuanto evento lo invitan o se autoinvita. Adicto al micrófono abierto. La audiencia estaba compuesta por un par de aspirantes a escritores con su mismo patrón de conducta, que había escuchado quinientas veces sus poemas; se complementaba por los cazalecturas que asisten a cuanto evento se programa para consumir ávidamente la pizca que se ofrece al final del evento.

Puto el que lo lea
Una vez trabajé en una fábrica enorme
con grafiti en los sanitarios
paredes pintadas de gris
calladas, inocentes
lienzos que no censuraban.
Hay una rubia fogosa en la línea de ensamble tres,
la chica de calidad ha abandonado al supervisor,
¿sexo casual?, llama a la medianoche extensión 4425.
Puto el que lo lea.
El gerente ama a la recepcionista,
la secretaria espera un hijo del director,
dios es el camino, la salvación.
Marqué buscando a la pelirroja,
era numero equivocado.
*
Materia juguetona
Hay días en que quisiera creer en dios,
en la causalidad de las cosas,
en divinidades protectoras,
y no en la indolencia que priva.
Quisiera creer, que no sólo somos
materia que juega,
que los rezos e intenciones surten efecto
y las oraciones sirven de algo.
Que a la distancia te puedo cuidar,
alejar del mal,
hacer que la fortuna te acompañe,
aunque tú ya no pienses en mí
y no sigas más a mi lado.
Del Taller Al Gravitar Rotando