Juana María Ramírez
Los activistas del grupo “Salvemos al Cerro de la Reina” presentaron su queja ante la Comisión Estatal de derechos Humanos, luego de que el ayuntamiento desechara los 247 arbolitos que plantaron en la zona por el simple capricho de la directora de Ecología del municipio que ya había amenazado con hacerlo, lo cual toman como una muestra de que la autoridad municipal traen planes nada favorecedores para el equilibrio ambiental de la zona.
Ellos habían plantado pinos de la variedad Pinus Devoniana y pinus Douglasiana desde el 25 de junio al 8 de julio, previo aviso al ayuntamiento Tonalteca, en donde la directora de ecología Nelly Gabriela Herrera Ornelas, lo había amenazado con arrancarlos, sin darles ninguna explicación, cosa que hizo para sustituirlos por guayabos, especie que no tiene el mismo nivel de sobrevivencia que los donados por la Comisión Nacional Forestal a los activistas.
La preocupación del colectivo estriba en que con los pinos, especie prevaleciente en el estado, en aproximadamente 10 años el cerro podría convertirse en bosque y pasará a estar bajo protección federal, mientras que con especies no endémicas como los guayabos, con un simple permiso municipal podrían removerse, cediendo así a los deseos que desde hace años tiene la autoridad municipal para dedicar esta reserva a otros fines, o incluso poder privatizarlo.
Los integrantes del colectivo Salvemos al cerro de la reina, anunciaron una serie de acciones para protestar por las acciones de la Dirección de Ecología, y llamaron a una concentración masiva para presionar a la autoridad municipal, así como algunas acciones más precisas pues la actuación del ayuntamiento fue ilegal dado que los arbolitos arrancados fueron una donación de una dependencia federal, con lo que violaron la constitución, además de que no hay ningún fundamento legal para que faculte la sustracción de las plantas.