Comunidad infantil exige respuesta por maltrato en área infantil de la Biblioteca Pública del Estado

  • A una semana del incidente aun o hay cosas claras

Juana María Ramírez.-

Integrantes de la comunidad infantil Raíz y Fronda denunciaron públicamente el trato inadecuado recibido por parte de la encargada del piso 1 de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco “Juan José Arreola”, espacio dedicado a la niñez y juventud.

De acuerdo con el testimonio difundido por la comunidad, el incidente la semana pasada generó un “muy mal momento” para niñas, niños y acompañantes, quienes señalaron a María del Pilar García de Alba como responsable de actitudes recurrentemente intolerantes hacia el comportamiento natural y espontáneo de la niñez.

“Nos hemos dedicado a hacer visible que la niñez no es disruptiva por mal comportamiento, sino porque está descubriendo el mundo y para ello necesita moverse, hablar y contar con espacios y personas empáticas con cada momento de su desarrollo”, señaló la representante del grupo, quien destacó que el área infantil debería ser un entorno seguro y sensible al proceso de aprendizaje.

La comunidad Raíz y Fronda ha sido usuaria constante de la biblioteca durante más de cuatro años, tiempo en el que —según expresan— siempre recibieron un trato cordial por parte del personal, con excepción de la actual encargada del área infantil.

El pasado lunes, madres, padres y niñas y niños entregaron una carta formal a la Dirección de la Biblioteca Pública manifestando su inconformidad y solicitando la reubicación de la encargada, así como la designación de un perfil más preparado para atender a este sector de edad. Sin embargo, hasta la fecha no han recibido respuesta de las autoridades universitarias.

“Educamos también cuando nos pronunciamos ante las situaciones injustas que ponen en desventaja a la niñez y a quienes les acompañamos”, expresaron en el documento, en el que lamentan que un espacio cultural reconocido por su apertura permita actitudes que afectan la experiencia infantil.

Las y los integrantes de la comunidad exhortaron a las autoridades de la Universidad de Guadalajara a atender su solicitud con prontitud. “Las niñas y los niños hablaron fuerte y claro —afirmaron— y sus inconformidades no deben quedar archivadas o ignoradas. Queremos respuestas y acciones al respecto”.

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