- Proponen que de aprobarse la jornada de 40 horas el gobierno proporcione deducibilidad de impuestos a empleos.
Juana María Ramírez.-
Empresas Pymes podrían verse afectada con las reformas a la ley del Trabajo, particularmente con las reducciones a las jornadas laborales a 40 horas semanales, ya que esto representa un mayor gasto para la empresa advirtió Javier Zepeda Orozco, vicepresidente de Desarrollo de las PYMES en México, de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO-SERVITUR), quien adelantó que ya se han hecho alunas propuestas que podrían contrarrestar esta situación.
Señaló que hasta el momento ninguna entidad pública o privada que participan en el análisis de la reforma han podido dar datos respecto a el impacto negativo que esto traería alas pequeñas y medianas empresas (Pymes), lo que deja en desventaja a este sector.

Ejemplificó que para una empresa con un solo empleado y debido a que en este caso tendría la necesidad de pagar horas extras, tendrían pérdidas de 240 mil pesos anuales, es por eso que la propuesta que se ha hecho al Gobierno federal por parte de CONCANACO-SERVITUR es que los empleos que generen esos negocios sean deducibles de impuestos, y de esta manera el peso financiero sea conjunto.
Agregó igualmente que la aplicación de la ley debería ser voluntario en dado caso por sectores, pues no todos los sectores empresariales están en condiciones de cumplirlas y deben revisarse de manera independiente, como por ejemplo los trabajadores de la construcción quienes tradicionalmente trabajan de lunes a sábado, de darse la jornada de 40 horas, se tendría que pagar horas extras, o no cumplir con los plazos de entrega, lo cual al final sería en detrimento de la empresa y del consumidor final quienes tendrían que pagar más por una casa, por ejemplo.
«Están con el discurso de ‘bienestar social’ y presentan a las empresas como los enemigos, por qué no informan la enorme cantidad de impuestos que debemos pagar, además de los sueldos. Hacer dicho cambio laboral nos representará una carga fiscal y financiera muy fuerte”.
Añadió que «Las macroempresas y las grandes empresas ya están preparadas, tienen departamentos específicos, tienen recursos humanos, personal y recursos financieros para implementar este tipo de mecanismos; vamos haciendo una prueba piloto para ver cómo funciona con las empresas grandes; en 2027 y 2028 vamos con las empresas medianas, y en el 2029 y 2030 con las pequeñas y microempresas», sugirió.
De lo contrario, advirtió, se puede prever un crecimiento exponencial de la informalidad, el cual podría llegar al 60 % anual.