Juana María Ramírez
Mal, tarde y sin ninguna propuesta concreta reaccionó el ayuntamiento de Guadalajara, ante el temporal de lluvias que ya está causando estragos en diferentes puntos de la ciudad incluso cobrando vidas, mientras la autoridad se toma selfies en lugares inseguros, señalan los integrantes de la fracción edilicia de Morena en el municipio tapatio.
Criticaron el hecho de que la administración municipal enfoque recursos (100 millones de pesos) grapara el embellecimiento de la ciudad mientras cientos de familias tienen que vivir con casas inundadas y sin ninguna solución al problema que se presenta cada año.

Juan Alberto Salinas, coordinador de la fracción edilicia de Morena, fue tajante: “Esto ya no se trata solo de ineficiencia, es una simulación institucionalizada. Guadalajara sufre año con año las consecuencias de un modelo de ciudad que favorece negocios inmobiliarios y olvida a las personas”. Mostró el Plan Municipal de Desarrollo 2024-2027 —elaborado por Mario Silva y firmado por la presidenta municipal— donde apenas se destina un párrafo a la gestión del riesgo por inundaciones.
Por su parte el regidor José María “Chema” Martínez criticó que apenas el día anterior a la rueda de prensa, el gobierno municipal abrió licitaciones para remodelar el centro histórico —incluyendo obras pluviales— cuando el temporal ya está en curso. “En Guadalajara tenemos más de 12 semanas de lluvias intensas cada año. ¿Y hasta ahora reaccionan? No hay planeación, hay negligencia”, afirmó.
Mariana Fernández denunció que el Ayuntamiento tiene una partida de más de 560 millones de pesos bajo el rubro de “contingencias socioeconómicas”, pero solo 20 millones han sido destinados a prevención de inundaciones. “Con esos recursos están comprando camiones, vehículos, patrullas. La ley dice que esa bolsa es para desastres y emergencias. Pero en la práctica, la están usando como caja chica”, explicó.

De acuerdo con estimaciones del grupo edilicio, solo para atender los daños ya ocasionados por el inicio del temporal se requerirían al menos 100 millones de pesos, considerando un apoyo básico de 100 mil pesos por vivienda afectada. “Y hasta ahora no hay un solo programa anunciado. Ni siquiera un censo serio de afectaciones”, advirtieron.
Sobre todo, señaló Martínez Martínez, se desconoce por completo la magnitud del problema, no s sabe cuan dañada está la red hidrosanitaria de la ciudad, la que urge ser remplazada por materiales más adecuados, pero no se han tomado la molestia de investigarlo.
Recordaron que muchas de las zonas afectadas —como Balcones del Cuatro, Oblatos, Ferrocarril y Santa Cecilia— no solo se inundan cuando llueve, sino que pasan semanas sin agua potable en temporada seca. “Es la Guadalajara de dos caras: una para los cuates, otra para el pueblo”.
Es por ello que presentarán ante el pleno municipal la reasignación de recursos para atender a 400 familias afectadas hasta el momento por las inundaciones; Blindar el fondo de contingencias para evitar su uso en gastos superfluos, y revisar y replantear el modelo de desarrollo urbano, incluyendo una intervención integral al sistema hidrosanitario, donde —según datos del Colegio de Ingenieros— hay redes de barro y asbesto que llevan 80 años sin renovarse.