El periodista y escritor José Luis Montenegro presenta en su más reciente libro una radiografía de quien controla ahora el cártel de Sinaloa
Por Mario Díaz (El Master).-
José Luis Montenegro desde el 2015 tuvo el olfato periodístico para saber que en Sinaloa y bajo la sombra y protección de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se estaba gestando un posible relevo generacional en este cártel, en las redes sociales encontró las pistas y evidencias que lo llevaron a publicar su primer libro, “Narcojunios, los herederos del poder criminal”.
A casi diez años de esta publicación todo parece ir por el camino que señalaba en aquellos días. Ahora presenta su libro “Los Chapitos, Radiografía Criminal De Los Herederos Del Cártel De Sinaloa” (Editorial Aguilar, colección Ideas), en entrevista para Ezpiral de Libros vía telefónica charla con nosotros y expone:


“Ya anticipaba tras la última captura del Chapo que sus hijos Iván Archibaldo, Edgar, Ovidio y Joaquín Guzmán López se estaban empoderando a todas luces, publicaban en sus redes sociales fotografías de grandes felinos, automóviles de alta gama, mujeres a las que les escribían sus glúteos como una forma de imposición de ese poder en el mundo del narcotráfico”.
“Era importante revelar su modus operandi, qué había detrás de estos personajes, quiénes eran y porqué se estaban empoderando con tanta soltura, facilidad y crear una figura a la cual los jóvenes adoraban. Esa era mi intención develar, narrar su modus operandi y al final enmarcar todas las actividades criminales que ellos hacen”.
Ahora son parte ya de ésta narco cultura, incluso cantantes de los llamados corritos tumbados los tienen como parte de su inspiración.
“Son parte de un problema sociocultural, finalmente la sociedad busca figuras aspiracionales a las cuales sentirse adheridos como parte de esta identidad que se va formando, creo que los jóvenes son un mercado potencial bastante lucrativo al cual el narco puede llegar, porque son muy moldeables, tienen la necesidad de un trabajo de tener dinero, pero con muy poco esfuerzo y eso es lo que supuestamente te da el narco, cuando no es así. El narcotráfico funciona como un negocio piramidal, escalonado, donde tienes que subir puestos y alcanzar ciertos peldaños en la estructura criminal”.
“Pero el narcotráfico es muy rentable en temas como los corridos tumbados, los narcocorridos, los corridos bélicos, todas estas vertientes musicales, también contribuye a que los mismos artistas sean los relacionistas públicos del narco, hay una complicidad por parte de los cantantes y autores, como lo narro en el libro hay canciones por encargo, como el grupo Enigma Norteño que cobra 25 mil dólares por un corrido, y es claro que hay una industria muy redituable detrás de todo eso”.
Hay dos temas que llaman la atención el primero de ellos el que el presidente Andrés Manuel López Obrador, saludara de mano a la mamá del Chapo Guzmán, y por el otro lado el Culiacanazo, cuando el propio mandatario reconoció que fue él quien ordenó la liberación de Ovidio Guzmán, supuestamente para evitar más muertes.
Al final son dos imágenes que dan la impresión de impunidad, de protección del estado hacia este grupo.
“El que el presidente Andrés Manuel López Obrador, haya saludado de mano a la mamá del Chapo Guzmán, son imágenes como bien dices, retratos que develan la verdadera impunidad y los nexos de la clase política y el crimen organizado. En esta imagen vemos a un presidente que tiene cierta afinidad, gusto por visitar Badiraguato (origen del Chapo Guzmán), por emprender obras e infraestructura, inclusive el propio presidente municipal de esta ciudad (el morenista José Paz López Elenes) pensaba abrir un museo del narco en Badiraguato, como si esto no contribuyera más a la apología del delito”.
“El hecho de que el presidente saludara a la mamá (ya finada) del Chapo Guzmán, doña Consuelo Loera, solo es un indicativo de esta red, que puede tornarse en un cinismo cuando vemos que el gobierno ya fue superado por el poder del narcotráfico”.
Sumas el culiacanazo y el resultado es evidente.
“La orden del presidente para dejar libre a Ovidio fue para evitar más muertes, pero esto nunca se logró y ahí entraría lo que hemos escuchado en innumerables ocasiones de este gobierno que está por concluir del presidente López Obrador, Abrazos no Balazos, parece ser que los abrazos fueron para los narcotraficantes y los balazos lamentablemente fueron para la ciudadanía”.
“Vemos como hubo cierto apoyo, consentimiento y acciones por parte del gobierno para que el cártel de Sinaloa, en específico la escisión de los Chapitos operara libremente, los abrazos fueron para ellos y vemos como ellos se han convertido en una organización más fuerte durante este sexenio”.

No hace mucho Anne Milgram, directora de la Agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) y en medio de este problema que tienen con el fentanilo acusaba al gobierno de México de no entregar visas a sus agentes para enfrentar este problema, ¿será otra de las imágenes que está proyectando el gobierno federal en favor de estos grupos criminales?
“Este podría ser un buen punto de análisis, los gobiernos de México y el de Estados Unidos tienen un acuerdo de entendimiento en materia de seguridad que se otorgan sumas millonarias por parte de los Estados Unidos para combatir y mitigar a los cárteles de la droga de manera frontal, antes se denominaba Iniciativa Mérida, ahora es Entendimiento Bicentenario, pues parece que este entendimiento no se ha logrado porque el gobierno de México ha preferido consentir a los hijos del Chapo, consentir a la organización del Cartel Jalisco Nueva Generación en algunos estados y no ha permitido que las agencias de seguridad entren, parecería una forma de respaldar las acciones criminales y aún más pareciera que lo hace en vísperas de esta contienda electoral”.
“Recordemos que cuando más se mueve dinero, cuando más se lava dinero es en procesos electorales en donde los cárteles de la droga financian campañas políticas, financian programas sociales y vemos que Morena ha estado muy pegado a este tipo de acciones por parte del gobierno”.
“Podría ser un indicativo de que este gobierno del presidente López Obrador, prefiere hacer caso omiso de las autoridades estadounidenses en lugar de ponerle una especial atención en el incremento de la violencia, al incremento del tráfico de drogas y al incremento de todo este derramamiento de sangre”.
¿Es ser omiso a estos tratados o es mantener línea de este otro lado?
“Más que una omisión gubernamental es una complicidad compartida, le digo así para decir algo frente al gobierno de Estados Unidos, pero es hacerse de la vista gorda, es una complicidad compartida porque el poder del narco que vemos hoy en día no tendría razón sin el aval del estado”.
“Hay una intención clara del presidente López Obrador de lograr lo que antes hizo el PRI, tener una hegemonía de partido, es decir que Morena, a ver, los partidos políticos se hicieron para tener el poder es la principal función de estas fuerzas partidistas, obtener el poder a través del voto, tener estados y territorios para gobernarlos, esto es simplemente el juego de las elecciones”.
“Con esto, Morena está haciendo su juego, más allá que puedan tener incentivos económicos de algunos empresarios que estén interesados en seguir operando con ellos, algunos concesionarios y quieran tener este tipo de prestaciones y evidentemente el crimen organizado. El crimen organizado es una economía tan grande que tiene hasta más presupuesto que algunos estados, Morena está jugando sus piezas para poder convivir con empresarios, con concesionarios, inversionistas nacionales o extranjeros y también para en ese ambiente y ajedrez, también incluir al crimen organizado”.
Es un hecho que cada que detienen a uno de estos personajes tanto de un lado como del otro se empiezan a pelear los supuestos millones que tienen, pero ¿en dónde están?
“En el libro narro un episodio completo que se llama Follow the Money (Sigue el dinero) en donde hago ver que el crimen organizado ha tenido algunas empresas de carácter lícito, me refiero de algunos de los hijos del Chapo que se han alejado de las actividades criminales, han establecido papelerías, laboratorios, marcas de ropa, textileras, sombrereras de manera lícita, pero también hay que ver el origen”.
“En la praxis si puedes sacar un permiso en la Cámara de Comercio, en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, pero tenemos que ver de dónde viene ese dinero, por poner un ejemplo, la hija del Chapo tiene a bien crear una marca de ropa de la nada, pero si nos vamos a su historial no vemos de dónde ha trabajado para tener un ingreso económico cuantioso que le permitió fundar esta empresa”.


“Tenemos que incentivar a las autoridades a través de la Unidad de Inteligencia Financiera y la Secretaría de Hacienda para que investigue todas estas empresas, ¿dónde está el dinero? esta es la gran pregunta. Hoy pueden dinamitar a un cártel, capturar a su líder, pero si la estructura financiera sigue ahí, si las autoridades del gobierno no se han movido para detener esto, alguien más va a tomar el control y seguirán operando”.
Son recursos que como bien señalas en tiempos electorales pues pueden hacer una gran diferencia.
“Hay un gran capital que pueden utilizar las autoridades para financiar campañas políticas, programas sociales, inclusive pagar las propias cuentas del estado, el monto que decían de diez mil millones que tenía el Chapo, realmente es ficticio, en la práctica no es dinero físico está invertido en empresas fantasmas, lavadores de dinero, paraísos fiscales, participan empresarios corruptos, políticos amañados, el dinero está ahí y se genera en un flujo constante que puede ascender a estas cifras, pero no es un dinero que está en una cueva, en una casa, en un submarino, está en constante movimiento”.
Con el cambio ya inminente en el Ejecutivo Nacional, ¿se mantiene esta situación, cambia y si cambia qué tanto puede ser?
“Con la llegada de una nueva presidenta sea Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez las de mayores probabilidades, es muy probable que surgirá un nuevo capo, el capo del sexenio, los presidentes han consentido tanto al crimen organizado que cada mandatario ha tenido el lujo de tener su propio narcotraficante”.
“En sexenios pasados con Enrique Peña Nieto fueron los Beltrán Leyva, el Chapo Guzmán que eran los consentidos; con Felipe Calderón repite el Chapo, Rafael Caro Quintero, el cártel de Juárez; ahora vemos que son los hijos del Chapo y El Mencho, vamos a ver si en este sexenio se consolida la figura de Iván Archibaldo Guzmán como el líder de las organizaciones criminales del país o el Mencho adquiere la figura del capo dominante, en el contexto también de un descenso o declive del Mayo Zambada como el capo de la droga, por la edad, por la influencia que tiene”.
No habrá un combate frontal.
“No dudo ni tantito que el gobierno que entre no hará absolutamente nada por combatir a los cárteles de la droga y más si es Claudia Sheinbaum porque es una continuidad al régimen de López Obrador”.
¿Finalmente, temor por los temas que abordas en tus libros, en tus investigaciones?
“No hay temor, porque no se puede escribir sobre el dolor cuando se escribe con miedo, es una necesidad, una obligación ciudadana exponer estos temas públicos, debemos de ser más participativos en la cosa pública, creo que es importante que estos temas del crimen organizado sean exhibidos y se les ponga nombre y apellido a los culpables”.
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