“Es un sueño increíble, mi primer libro en una editorial y la presento en la FIL, es abrumador”, reconoce el joven escritor
Por Mario Díaz (El Master).-
Hoy solo es un grato recuerdo todo el periplo que vivió y sufrió para regresar a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, ya no como visitante que debe comprar su boleto para entrar y disfrutar de cada uno de sus pasillos, conferencias, pláticas, encuentros, sino con una acreditación de escritor, todo gracias a su primera novela “El crimen del hombre océano”, que bajo el sello editorial de SM, pudo presentar ante cientos de lectores, sus lectores.
Para David Requesens, este viaje inició cuando sentado frente a su ordenador releía El crimen del hombre océano, cerraba el documento y cuenta que estuvo a punto de quedarse perdido y solo como un archivo de Word guardado en una carpeta.

Pero le dio una segunda oportunidad, como el personaje principal de su novela Óscar, un periodista que fue corrido de su trabajo por cometer dos errores fundamentales, escribir una nota sin argumentos ni prueba alguna, y publicarla sin la autorización de sus jefes.
A punto de llegar la fecha para pagar su alquiler, Óscar busca desesperadamente una entrada de dinero, así llega por casualidad a la redacción de un periódico de noticias que cubre temas paranormales.
“Es cuando se le abre la posibilidad de investigar un secuestro y la única pista que tiene es que considera que este hecho fue a manos del Hombre Océano, a diferencia de cualquier línea que la policía y los investigadores están siguiendo, él tiene el argumento de lo paranormal para seguir otra línea de investigación”.
El Crimen del hombre océano es una muy buena mezcla entre un thriller, novela negra sin dejar de lado que va dirigido principalmente a preadolescentes, adolescentes y jóvenes, aunque cualquier lector que se de el tiempo puede encontrar en esta novela una buena oportunidad de divertirse con los personajes que va presentando Requesens.

¿Cómo viste esta historia, un sujeto, un periodista tal vez al borde del fracaso, un secuestro de una niña, y el tema de lo paranormal?
“Como la novela es juvenil pues es partir de cómo enganchar a los jóvenes y a los niños que en estos últimos años veo o considero que son consumidores o se clavan mucho en malas noticias, empecé por ahí, los niños son los lectores más honestos, si no les gusta dejan el libro sin ningún miramiento, pero también son muy permisivos, tú les dices, esto está pasando te lo respetan y si no ven continuidad y verosimilitud te lo avientan. Quise hacer una novela policiaca, pero con este tiente medio extraño para jóvenes”.
“De manera que tuvimos que construir muy bien este relato, fue un proceso de resistencia, porque escribí el primer borrador en unos cuatro meses, luego vino un periodo de que no le vía por dónde, ahí fue cuando la agencia que me representa VF tomó las riendas un poco y tuvimos que darle varias vueltas, reescribí esta novela varias veces, pero al final el resultado me convenció y estamos aquí presentándolo en SM”.
Es una mezcla de novela negra infantil, una buena mezcla.
“Me siento muy contento, satisfecho, pero… la verdad, muy sorprendido es la verdadera razón, fue muy divertido escribirla y sinceramente no pensé que fuera a salir de la computadora, su destino era quedarse en un archivo de Word, pero tuvo su vida propia y aquí lo tenemos editado por SM una apuesta que agradezco mucho, una apuesta de la agencia que me representa que es VF y una realidad es que sin esta agencia no existiría la novela y estuviera ahí en ese archivo de Word”.
David Requesens de auto califica como un joven inmaduro, pero más que inmadurez es una constante fascinación por la fantasía, las aventuras, acciones que se desarrollan en mundos imaginarios, fijación que de repente lo llevaron a decidirse por ser escritor y empezar a sacar todas estas ideas de su cabeza, darles forma, y que cada uno de sus personajes empiecen a cobrar vida.
Como agente médico, trabajo que le da para ganarse la vida, una ocupación que le permite también combinar su profesión de escritor.


“Me encanta lidiar con esto, ver las respuestas de los jóvenes, hacerles preguntas y las preguntas que ellos me hacen a mí, de repente me dicen te voy a preguntar algo muy serio… Chivas o América, uno espera una pregunta sobre algún personaje o sobre algún teorema de lecto-escritura, dan miedo, pero me encanta que sean así”.
“Originalmente escribo para mí, cuando me preguntan a quién va dirigido no se contestar, no sé decir si es para niños, adolescentes o para adultos, lo que hago es escribir y puede sonar a que soy egoísta de mi parte, pero escribo para quien le guste y punto. Lo que estoy intentando es una especie de literatura fantástica que no se limite a niños, soy un lector extraño, soy un gran amante de la literatura infantil, desde esta misma línea me encanta leer cuentos, novelas infantiles y espero nada más que vaya dirigida a los mismos que son como yo”.
Creo que hay mucho que Óscar tiene que decir, incluso muchos pesos más que puede seguir ahorrándose (lean la novela para entender este comentario).
“Creo que sí, hay una idea de darle continuidad, pero lo voy a dejar descansar un rato, es difícil despedirse de una situación que disfruté, de un personaje del que me sentí muy cómodo y de este contexto, si me han llegado ideas a la cabeza, pero primero esto”, hace un gesto tratando de abarcar toda la FIL Guadalajara.

Será tu primera participación como escritor en FIL.
“Es indescriptible toda esta mezcla de emociones, vine el año pasado para conocerla y conocer a mi agente la conocía por zoom. Pero la FIL Guadalajara es abrumadora, gigante, y estar de este lado es ¡más aterrador!, llegué de la ciudad de México y tengo esta sensación de que voy a despertar y estaré en mi cama de mi casa, es un sueño hecho realidad, no quiero que suene un cliché, pero si es un sueño estar aquí y de este otro lado”.
Si de pronto alguien tira por accidente un libro aquí en los pasillos de FIL, y de ese libro surge un personaje, quién te gustaría que fuera y qué le preguntarías. Después de unos minutos de estarle dando vueltas a la idea, responde:
“Lo pienso y hay un montón de personajes, pero bueno, estoy fascinado con Tom Waits, Leonard Cohen, y Etgar Keret, si con ellos aunque ahora que lo pienso mejor con cualquiera de los tres me sentiría completamente aterrado”.
“Con cada uno tendría un tema distinto, con Etgar Keret sería platicar de cómo escribir una ficción tan cercana a la fantasía, pero al mismo tiempo tan apta para los jóvenes y tan cercana a sus sentimientos, porque Etgar Keret tiene este cuento de Tuberías, en donde busca canalizar y hacer catarsis de algo que él sufrió, pero tiene otros muy maravillosos”.
“Tom Waits, sería cómo diablos se construye una identidad, cómo se tiene una sensibilidad incluso desde la decadencia que él aborda todo el tiempo. Y finalmente con Leonard Cohen, sería un encuentro desde lo espiritual, pero desde una poesía inocente, pero también como incendiaria. La verdad en los tres casos me aterraría estar frente a ellos.
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