- El comercio en línea se ha incrementado pero las empresas deben vigilar más para evitar ser defraudados.
Efecto Ezpiral.-

El incremento de las ventas en línea se ha incrementado exponencialmente durante la pandemia, y uno de los artículos que destaca entre todos es sin duda es el de las bebidas embriagantes que de acuerdo con el estudio “Previniendo el daño por consumo de alcohol” de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en comparación del 2019 en 2020 se incrementó entre el 3 y 5 por ciento; pero no todo son buenas noticias para los e-commerce, pues aunado a esto bien e el riesgo de sufrir fraude por parte de falsos compradores.
“Debido a que las empresas de comercio electrónico de licores y vinos se consideran comerciantes de alto riesgo, deben asegurarse de implementar medidas de protección para prevenir fraudes, pero que a la vez no afecten la experiencia de sus clientes, pues al menos un 39% de los compradores en línea comenta que no volverían a comprar en un sitio si sus compras son declinadas” comentó Víctor Islas, Director de Clearsale Latam, que se encarga precisamente en la prevención de fraudes en comercio electrónico.
Aunque en el estudio se menciona que al menos 87% de los mexicanos consume cerveza y solo 4% bebidas como tequila y whisky, Clearsale, empresa de soluciones antifraude, detectó que en lo que va de 2021, la bebida alcohólica con mayor intento de fraude en línea fue Tequila Don Julio 70 añejo con un 26%, seguido del Whisky Buchanan’s 12 años con 18%, Tequila Gran Malo con 14%, Vodka Smirnoff de tamarindo con un 12% y Brandy Torres 20 con 8%.
Contrario a lo que se pudiera pensar, porque la cerveza es la bebida favorita para muchos, de acuerdo con datos de Clearsale, esta no ha presentado intentos de fraude durante todo 2020 y 2021.
Los comerciantes que venden bebidas alcohólicas en tiendas físicas se enfrentan a una industria estrictamente legislada, por lo que el e-commerce ha atraído a muchas empresas fraudolentas para obtener mayores ganancias, muestra de esto es que actualmente el ticket promedio de esta categoría es de dos mil 400 pesos, lo que a su vez las ha convertido en uno de los principales objetivos de los defraudadores debido a la gran rentabilidad.
El aumento de fraudes de acuerdo con datos de Clearsale, se detecta principalmente en entidades como Veracruz que ocupa el primer lugar de fraudes confirmados (28%), seguido del Estado de México (24%), Ciudad de México (20%), Jalisco (17%) y Chiapas (11%),.
¿De qué formas los e-commerce sufren fraude con vinos y licores?
Los comerciantes de bebidas alcohólicas en línea deben tener en cuenta las innumerables formas en que los delincuentes intentan cometer fraude en sus sitios, pues aproximadamente por cada 19.96 pesos perdidos en fraude con tarjetas de crédito, los comerciantes pierden 259.45 pesos en falsos positivos. Clearsale destaca las cuatro formas más comunes de cometer fraude:
Envío urgente de pedidos costosos. Algunos de los comerciantes de alcohol ofrecen entrega al día siguiente o al momento a través de minoristas locales, lo que aprovechan los estafadores para realizar y recibir compras de alto valor antes de que se informe del robo del número de tarjeta.

Transacciones telefónicas. Algunos clientes realizan pedidos por teléfono con los empleados de la tienda y recogen el pedido en la ubicación física. Este tipo de pedido presenta desafíos de detección especiales para los comerciantes.
Suscripciones recurrentes. Con los servicios de entrega de alcohol por suscripción, existe un mayor riesgo de “fraude amistoso”. Los usuarios no siempre recuerdan cuándo se procesa su envío cada mes y, en lugar de cancelar sus suscripciones, inician el proceso de devolución cuando se produce un cargo que probablemente no reconocen.
Legalidad poco clara de la venta de alcohol en línea. Con las restricciones de edad de los productos alcohólicos junto con las regulaciones de envío que varían ampliamente, la legalidad de las ventas de licores y vinos en línea aún no está clara. Esta ambigüedad puede conducir a tasas de contracargo más altas si las transacciones legítimas no se pueden entregar al comprador.