Juan Carlos Hernández A.-

Entendemos como concepto el conjunto de formas que regulan el comportamiento del hombre, a través de mecanismos de organización colectiva, y que entre sus características los grupos sociales poseen reglas de conducta.
El control social se da a través de grupos, organizaciones, instituciones, gobierno, constituidas por individuos y para, precisamente tener un control sobre los mismos. Los grupos sociales ejercen control sobre los individuos y se ocupan de que éstos cumplan con las convenciones, creencias, reglas sociales, culturales, religiosas, costumbres y usos, de una manera permanente.
Si alguien se sabe independiente, entonces es señalado como que está “fuera de norma” y no entra al círculo de los “aplicados”. El Control Social surge como posibilidad para recuperar lo público por parte de los ciudadanos, por tanto, conlleva comportamiento ético por parte de los servidores públicos. Constituye una nueva forma de interlocución entre Estado y Sociedad. Es respuesta ante los niveles de corrupción en la administración pública y propicia oportunidad en la gestión.
El ejercicio del Control Social genera comportamientos colectivos que promueven la representación real de las comunidades destinatarias de la gestión, el desarrollo de capacidades de seguimiento a la administración y ejecución cabal de la gestión, la
apropiación de argumentos y razones objetivas y analizables que apoyen las afirmaciones y decisiones tomadas, así como el conocimiento, acompañamiento y vigilancia de la comunidad a la forma en que la administración pública suministra bienes y servicios, el uso y consumo de ellos por la ciudadanía.
El Control social se interesa por el uso racional y honesto de recursos territoriales e institucionales, por tanto, incide en la efectividad de la gestión pública, promoción de organismos de control y de procesos de participación comunitaria directa. La formación de «ciudadanos» como «seres políticos» que sean capaces con su participación de darle legitimidad a la gobernabilidad de la ciudad.
La adecuada formulación de proyectos acordes con las necesidades colectivas, así como la gestión transparente y comprensible para todos los ciudadanos, la prestación de servicios útiles y suficientes para todos, la promoción de la participación comunitaria y potenciación del servicio público con calidad.

En ese sentido, la gobernabilidad entendida como un ejercicio político a través del cual se deben conciliar elementos de distinto orden técnico, administrativo, ético y político que propenden por la creación de horizontes de desarrollo.
El Control Social se constituye en una forma de participación la cual para que sea efectiva requiere garantizar el acceso a la información de manera clara, completa, oportuna y equitativa sobre la gestión a controlar en contraste con las necesidades de la comunidad.
Garantizar la formación ciudadana que permita su vinculación en la generación de iniciativas y propuestas para planes, programas y proyectos de carácter público. Generar en el ciudadano procesos de análisis, discusión y toma de decisiones sobre la realidad territorial y las acciones del Estado. Establecer mecanismos de control sobre los representantes elegidos popularmente, los servidores públicos y sobre la gestión pública. Son los elementos mínimos para propiciar la gobernanza.
El proceso de Control en términos generales pretende propiciar seguimiento y vigilancia a la gestión pública a través de la especialización del Estado (entidades) y de la ciudadanía o la sociedad organizada. Desde esta perspectiva se diferencian dos clases de Control: el Institucional ejercido por las entidades sobre su gestión y el Control Social por la ciudadanía o la comunidad a través de mecanismos de participación formales e informales.
No olvidemos que la norma y su tipificación bajo tres bases esenciales: Jurídicas, Morales y Trato Social, son eje necesarísimo para que se forme la convivencia entre gobierno y gobernados. Sumar esfuerzos, estar vigilantes y ser observadores, en la inteligencia de mejorar procesos de atención para todos, será el cauce de trascender, más allá de lo ordinario. ¡Hágale pues!