Ezpiral dominical

La hora del té

 

Por Ana Cantú.- 

azoteados
Que no te importe
si está descuidada
si tan solo ves algunos rastros de vida
en despostilladas macetas
en olvidadas tinajas
en las rejillas donde alguna vez
cultivaste tus papas.
Y al estar ahí te enredes entre cables
que no sabes de dónde vienen
para dónde van
si aún llevan señal
o ya la perdieron toda.
Que no te importe
si es contrariamente
el prototipo perfecto
de un ‘roof garden’ de revista
con sus flores por doquier
y plantas de jitomate
hierbas de olor cactus
y sus bellas tan siempre bellas
tan de ornato.
Que huela a jazmines por las noches.
Que no te importe.
Pero qué bueno sería que fuera así
y lo adornaras con series de focos
de esos que se andan usando
y de alguna extraña manera escondieras
el monstruoso tanque de gas
y te pusieras una silla cómoda
como de playa
con vista hacia los tinacos
o a las copas de los árboles del parque
que no te importe
si construyeron otra mole de edificio
para invadirlo todo.
Al final del día
la azotea
será el mejor lugar
para tomar el té.

Del Taller Al Gravitar Rotando

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