Solo las paredes conocen la verdad

Sueño que escribo porque sueño que pienso que aprendo a escribir y sueño que podré escribir porque sueño que pienso que aprenderé a escribir.
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Las paredes, solo las paredes, tienen la última versión: de corazones confesantes, de grafitis retadores, de arte progresista, de albures atinados, de imágenes que invocan y frases conmovedoras. Gritan la desigualdad y lloran la represión. Las paredes, solo las paredes, conocen la verdad.
Qué suave cuándo tus ojos alertan los pasos de otros y contigo caminan indiferentes. Qué suave cuando las esperanzas se insertan en el arte y la buena camaradería, olvidando a intervalos las tempestades de los pueblos.
Qué suave cuando los brazos se llaman y convidan a otras extremidades a participar del jolgorio. Qué suave cuando los secretos dejan de serlo a sabiendas de hacer vida una historia.
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Soñé que un camino terriblemente malo puede llegar a un camino terriblemente bueno.
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Escribió una novela negra en recuerdo de la mejor novela negra y solo resultó diversamente negra.
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Nada peor que atender a tu conciencia cuando no es buena compañía.
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Escuché que en Guadalajara llueve tequila, y que la razón de metaforizar la caída del agua con una sustancia etílica es porque cuando llueve, los coches andan alegres abrazando a otros coches.
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Esta historia de amor y traición es la historia de una vida completa.
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Tu tiempo resuelto y sobrado se acerca al mío a destiempo. Te propone sin ego ejercitarlo.
Por: Constanza León
Del Taller: Al Gravitar Rotando