La vida en pesos

Sí soy, pero no soy yo

Por Mayeli Mariscal

Imagine llegar al cajero e intentar sacar algo de dinero de su cuenta de débito. Imagine que el cajero le diga que su saldo actual es de $0 pesos. Imagine revisar su buró de crédito y ver que a pesar de su esfuerzo por mantener su historial crediticio sano, ahora se encuentra en números más que rojos con deudas de un auto, una tarjeta departamental y dos bancarias de crédito. Revisa, ve su nombre, completamente y sin errores. Piensa que puede ser un homónimo. Pero para el sistema –al menos los que tienen que ver con dinero e historial de pago- es usted.

No es historia de ficción, es real. Y si por un segundo nos detuviéramos a pensar en cada lugar en donde ha usado una tarjeta de crédito o débito para pagar y en dónde ha dejado usted sus datos de contacto, aún los más inocentes como en el colegio de sus hijos o al rentar una casa. ¿Qué tal seguro se siente ahora?

Lamentable, pero el robo de identidad en el Estado es elevado y en octubre del 2016, la Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros) reportó aproximadamente 304 folios por robo de identidad, muchos de ellos relacionados con apertura de créditos y de cuenta.

La edad no es impedimento para que los ladrones puedan abusar de sus datos y las redes sociales también son facilitadores de datos, fotografías e incluso datos que deberíamos tener resguardados para sí como el banco que usamos, las compras que hacemos o los viajes y restaurantes que frecuentamos.

De acuerdo con declaraciones del Colegio de Contadores Públicos en Guadalajara, 67% de los casos de robo de identidad se da por la pérdida de documentos, 63% por el robo de carteras o portafolios, y 53% por información que es tomada de una identificación personal o tarjeta bancaria (clonación).

Por lo pronto, en caso de robo de identidad es importante presentar la denuncia en la Unidad de Investigación de Delitos Patrimoniales no Violentos de la FGEJ, que se encuentra localizada en el Centro de Operaciones Estratégicas (COE), ubicado en la Calle 14 número 2567, entre la 3 y la 5, zona Industrial, de Guadalajara.

Sigue volando alto

Y si a principios del mes se esperaba que la Secretaría de Economía apoyará a los constructores con el llamado de revisar los precios del cemento nacional, hasta ahora, tras 18 días transcurridos del mes de julio, aún no hay pronunciamiento y tal parece que ni lo habrá.

El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Víctor del Río, ya hizo un llamado a desechar la idea de importar el cemento de otros países, entre los que se mencionaban China, Rusia o Cuba, pues es mejor impulsar el consumo nacional de este insumo.

Esta declaración, le baja el volumen al grito de los sectores que se pronunciaron por tener en cuenta el encarecimiento que representaba el costear aumentos en el cemento, lo que trasladaría el aumento en las viviendas de interés social.

La buena

El consumo de granos nacionales en empresas trasnacionales da una buena nota, pues la empresa Nestlé México quiere elevar para el 2018 hasta 50 por ciento el uso de maíz mexicano que utilizan para la producción de cereales y ya están desarrollando un plan de con agricultores del país, especialmente en el Bajío. Bien!