¿Hay vida después del internet?

Por Mayeli Mariscal
El internet en nuestras vidas es un tesoro inmaterial que ha cambiado la forma de vida e interacción social de los individuos.
Pues bien, el comercio electrónico también ha cobrado mayor auge y los comercios e industrias de todo tipo incursionan en él, tratando de captar mayores clientes en el mar de internautas.
Y es que, de acuerdo con el INEGI, en el marco del Día Mundial del Internet, celebrado el pasado 17 de mayo, al segundo trimestre de 2016, el 59.5 por ciento de la población de seis años o más en México se declaró usuaria de Internet, siendo el 68.5 por ciento de los cibernautas mexicanos menor de 35 años.
Destaca el dato que refleja el importante negocio que representa también el proveer de este servicio en los hogares, pues ya el 47 por ciento de los hogares reporta contar con conexión, aunque aún el medio a través del cual se consulta o navega, continúa siendo el teléfono celular pues el 73.6 por ciento de la población de seis años o más cuenta con uno y tres de cada cuatro, tiene un Smartphone.
Sobre los usos que le damos los mexicanos al Internet son principalmente como medio de comunicación, para la obtención de información en general y para el consumo de contenidos audiovisuales y de acuerdo con el INEGI, el uso de Internet está asociado al nivel de estudios; entre más estudios mayor uso de la red.
En las escuelas ya se incluyen materias y trabajos que se extraen del mar de información que se tiene al alcance, aunque cabe aclarar que no toda es digna de confianza… pero eso es otra historia.
Y es que ahora el papel ha dejado de ser la única manera de recibir notificaciones sobre los estados de cuenta bancarias; contratos de servicios o incluso calificaciones escolares. Por eso, llegó para quedarse, para transformar nuestras vidas y facilitar la comunicación, tanto que une a la distancia y separa en la cercanía.
El que quiere azul celeste…
Recientemente, el malware “Wanna cry” que afectó a más de 150 países, a través de secuestros de información al cifrar los equipos afectados, en donde se reportaron afectaciones en más de 300 mil, reportan ‘ganancias’ de cerca de 70 mil dólares luego de que los afectados depositaron cantidades que variaban entre 300 y 600 dólares a través de cuentas Bitcoins.

Este ejemplo, refleja la vulnerabilidad y la verdadera guerra mundial que ya se libra en el ciberespacio, pues la información es poder y aplica en todos los ámbitos, especialmente en política en donde han caído funcionarios, como recientemente el director del FBI en Estados Unidos y las revelaciones y filtraciones que a través de WikiLeaks
La verdadera guerra, la que tanto se teme, podría ser una de las más terribles por el uso bélico de armas de gran alcance, discretas y apoyadas por la tecnología y potentes virus y bacterias mortales, sin embargo, la que ya desde hace años se tiene entre naciones, corresponde a la información que se extrae de forma clandestina de servidores y nubes, que lejos de ser impenetrables, son vulnerables a ataques de ciberpiratas.
Conclusión: si es algo que no desea que se sepa, no lo publique ni lo mande vía electrónica, tal vez sus secretos no sean del interés de una nación enemiga, pero basta recordar que cada uno tenemos ya una huella digital que no se borrará, ni con la muerte.
Muy interesante el artículo y muy entendible
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Cierto cada vez hay mayor auge en el uso del Internet, pero hay que ser cuidadosos con nuestros datos
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