- Colectivos de mujeres pretenden visibilizar la inequidad que sigue existiendo entre ambos géneros
Por Mario Díaz
Mientras que ciudades como Madrid o París las concentraciones de mujeres conmemorando el día internacional de la mujer, fueron multitudinarias, aquí en Guadalajara estas movilizaciones al parecer carecen de coordinación entre los diferentes colectivos y agrupaciones que decidieron realizar algún posicionamiento respecto al tema, con el común denominador de poca participación a sus convocatorias.
Como ejemplo dos casos, este medio día afuera de las instalaciones del Poder Judicial, Congreso del Estado y Palacio de Gobierno, se manifestó un grupo de cincuenta mujeres con la finalidad de aprovechar el 8 de marzo para demandar a los tres poderes del estado un trato justo.
Una de las portavoces de este reducido grupo, Laura Orozco, puntualizó que están cansadas de las celebraciones por lo que decidieron mejor entregar un documento a los tres poderes en donde les señala la nula coordinación con respecto a la implementación de la Alerta de Violencia Contra las Mujeres.
«Hay poca articulación entre los tres poderes (Judicial, Legislativo y Ejecutivo) seguimos todos los días viviendo violencia. Hoy, aunque somos muy pocas personas, estamos contentas por que tenemos muchas organizaciones con nosotros y cada una de nosotras representa a muchas mujeres que no pudieron acompañarnos».
Entre las organizaciones que refiere se encuentran la Secretaría de Acción Femenil del Sindicato de Guadalajara, Vuelo de Colibríes, Mujeres de Morena, Secretaría de Igualdad de Género PRD, Impulso Trans, Movimiento Nacional por la Esperanza, Unión Diversa de Jalisco y Mujeres Líderes del Progreso.
Otra de las peticiones que a decir de Laura Orozco de la Asociación Mujeres Líderes del Progreso, es la necesidad de que se abra una ventanilla única para poder bajar los programas estatales y federales, pero «las autoridades han sido omisas, hemos estado en reuniones con el Secretario de Gobierno, con el Instituto Jalisciense de la Mujer, nos reciben, nos escuchas, pero no ponen acciones reales. Les hemos dado propuestas pero desde los escritorios y academias quieren resolver un problema que es de la calle», lamentó.
Mientras esto ocurría en el exterior del Congreso del Estado, en el patio central del Poder Legislativo unas treinta trabajadoras, entre diputadas, asesoras y secretarias se reunieron para leer un posicionamiento, mientras realizaban un paro simbólico de labores.
«Realizamos este paro parcial simbólico, en todo el mundo nos organizamos para exigir que pare la violencia y la desigualdad. En un contexto crítico de violencia contra las mujeres en México y América latina, nosotras nos sumamos, nosotras paramos. Hoy más que nunca debeos impulsar una agenda para disminuir la desigualdad entre hombres y mujeres. Desde todos los espacios y todos los frentes.
«Este movimiento surge como un llamado a la reflexión y a la acción, como respuesta a la violencia social, física, legal, económica, política, sexual, reproductiva y psicológica que experimentamos que se reconozcan las desigualdades y violencias que dentro se viven y exigimos que se eliminen». Leyeron al unísono, cerca de una treintena de mujeres que laboran en el Congreso del Estado, tras unos minutos, todo volvió a lo mismo de siempre.
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