Por Mario Díaz.- Imagínense una mujer que es reconocida por escribir lo que piensa, suena maravilloso, pero para Cleo una joven poeta que vive en la Habana, Cuba, significa estar siempre bajo sospecha de los agentes de la Seguridad Nacional, que consideran que este éxito literario solo es una fachada de sus eterno enemigo el imperio y sus esbirros de la CIA. Mientras que la resistencia cubana la consideran elemento del régimen socialista de la revolución, cuya única intención final es destruir lo que la disidencia ha logrado.
Es la trama que presenta Wendy Guerra, en su más reciente libro Domingo de Revolución, bajo el sello de la editorial Anagrama.
Esta alegre y simpática escritora cubana, detalla a EFECTO EZPIRAL que es una historia donde muchas mujeres de su país se pueden ver reflejadas, es un tema que a su entender debió de haberse escrito hace mucho tiempo, pero que le toca a ella exponerlo.
“Es la historia de muchas mujeres, de mi madre, de muchas mujeres escritoras, Cuba en un país con una cultura maravillosa, con una revolución. Pero que amordaza a mujeres como yo que queremos decir nuestra verdad”.
En la novela a su protagonista Cleo no la dejan publicar en Cuba por que tiene que buscar en el exilio cubano el espacio para publicar sus poemas, un poco reflejando su situación real ya que los libros de Wendy Guerra no pueden publicarse en su país, está en la lista negra.
Aunque aclara que no es un libro autobiográfico, pero lleva una parte de ella misma dado la manera en que fue concebido este libro.
“Me meto en la estructura, trabajo en un diario personal pero de ahí lo trabajo hacia la ficción. Lo que queda de mí es una especie de columna vertebral, nada más, y de ahí empiezo a trabajar con mucho cuidado con los personajes que voy a invitar, ha hilar el final. De hecho este libro lo trabajé como objeto, en portada aparece una foto mía de los años noventa, mi editor incluyó algunos poemas”.
La Muerte de Fidel, ¿significa cambio?
“El cambio tangible es que Fidel ya no está, es la figura histórica. Recuerda que cuando el gato no está en casa, los ratones hacen su fiesta. La gente en estos primeros días está tranquila, respetuosa, callada. Aunque es un silencio tenso, con cierto temor de decir alguna palabra, alguna frase y el miedo a equivocarse. Se siente mucho suspenso, es la palabra.
“Es entendible que la gente esté así en cuba, hemos vivido tantos años con la figura de Fidel que no sabemos qué es estar sin este personaje, es algo de shock, no hay relevo de Raúl, el se puede ir en el 2018”.