Faltan por escribirse muchos libros contra la violencia de género
Por Dolores Díaz.-
“Un poemario horriblemente asqueroso escrito por una mujer, por el simple hecho de ser escrito por una mujer, no merece que lo mandemos a una sala comunitaria de Guanajuato” así se expresó el director del Fondo de Cultura Económica, Francisco Ignacio Taibo quien habló de formar desafortunada en la mañanera presidencial, a lo cual escritoras y activistas exigieron la renuncia del director, y una disculpa pública. También solicitaron que este espacio sea ocupado por una persona que sí reconozca la igualdad y respeto a las escritoras.
Además, de las fuertes críticas que recibió por el presupuesto que destinó en la distribución de los dos millones de libros, que serán distribuidos en América latina, y selección editorial a lo que se percibe como un adoctrinamiento de ideología por el contenido editorial. Y es que esta idea política de distribución de material literario, me recuerda a la época de José Vasconcelos de cuando decidió distribuir libros de forma gratuita en todo el país, sin considerar que gran parte de la población mexicana era analfabeta, ahora frente a los altos índices de violencia de género y minimizar la lucha de las mujeres al ocupar espacios públicos de liderazgo, alzar la voz para exigir respeto e igualdad, espacios que no fueron gratuitos, hoy las palabras del director Paco Ignacio Taibo, indignó y exigimos las gestoras culturales que desaparezcan las expresiones misóginas de nuestra política cultural.
Pero la historia en nuestro Jalisco se sigue rompiendo estereotipos, a través de gestos que reescriben la historia, en ocasiones sin necesidad de discursos, por ejemplo, nombrar una sala o una calle, un aula con el nombre de una mujer que abrió camino es uno de estos. Es un acto de reparación, y declaración política. En el marco del 72 aniversario del sufragio femenino en México las paritaristas solicitaron al Fiscal Electoral del Estado de Jalisco Carlos Manuel Rodríguez, que la sala de juntas llevara el nombre de una de las pioneras de movimiento sufragista y la respuesta fue afirmativa, y este acto fue simbólico y bien visto por lo cual hoy la sala de juntas lleva el nombre “María Arcelia Díaz”. Quien fue un mujer sindicalista, sufragista, activista y una de las mujeres que exigieron justicia e igualdad.
Otra sindicalista que la noche de este miércoles Natalia Juárez Miranda, (la Morris) tomó protesta como Secretaria General del STAUdeG acompañada de funcionarios universitarios, docentes jubilados, docentes en activo, directivos, rectoras de centro, ex secretarios, amigas, familia y políticos que vieron crecer a una mujer que dedicó sus palabras a las maestras, a las mujeres que han permanecido invisibles y que no se nombran. Pero que son quienes sostienen el hogar, las familias, que son las que cuidan. “nuestro tiempo será un tiempo de mujeres, por la dignificación de nuestro trabajo, con igualdad y con respeto”. La Morris es una líder que inicia con muchas vicisitudes, incluso al interior, pero urge enfrentar los problemas de desigualdad salarial que viven los docentes, con cargas extenuantes y exigencias de las clases virtuales y presenciales, se enfrenta a una época, donde el hostigamiento encontró aliados para perpetuarse y buscar ejercer violencia de género, algunos de forma sutil otros de forma burda y corriente. Dejan al descubierto al interior de las aulas y fuera de estas, Ella con el corazón de leona no llega sola, llegó con un auditorio cálido y de aplausos, que hoy celebramos su nombramiento, La Morris quien es hija, y hermana de Nora y Angie.
Hoy, los cargos directivos y sindicales exigen resultados, no sólo discursos, si no acciones concretas y claras que nos permitan vivir en un México plural, igualitario y de respeto.
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