La novela Abuelita, deja de flotar por el cuarto, que me pones nervioso de Toño Malpica, ganadora del premio El Barco de Vapor es un homenaje al cariño entre nos nietos y las abuelitas, pero también una llamado a la amistad, compasión y la fraternidad
Por Marco Castro-MACP
Rulo regresó del cementerio junto con su mamá luego de haber enterrado a su abuela, aunque sentía un dolor por su pérdida, por fin tendría la habitación para él solo y podría ver películas de terror hasta altas horas de la noche, pero al llegar a su cuarto su abuela seguía en su cuarto, flotando y dándole consejos.
Aquí inicia un recorrido de Rulo por demostrarle a su abuelita que podría salir adelante en la vida, que no tenía por qué preocuparse por él y así ella también podría irse a un mejor lugar en lugar de andar acompañándolo a todas partes.
“La premisa es muy sencilla, la abuelita de Rulo fallece y cuando regresa junto con su mamá del funeral, Rulo se da cuenta que ahí sigue su abuelita que no se quiso ir, esto porque quiere tanto a su nieto que siente que quedó un pendiente, quiere estar completamente segura que su nieto va estar muy bien sin ella, como casi todas las abuelitas del mundo que si te pudieran seguir apapachando tu con 70, 80 años y te seguirían dando de cenar cosas que tu mamá no te quiere dar, te tejerían tu bufanda, cosas así que solo el cariño de las abuelitas sienten por sus nietos”, comenta Toño Malpica quien a cada rato ríe por la ocurrencia de su personaje fantasmal.
“La novela corre por ese lado, Rulo sabe que no está bien que su abuela se quede aquí, ella se tiene que ir a descansar a otro lado, tendría que irse como todas las abuelitas y hace todo lo posible porque se vaya, suena raro, pero es el cariño el que motiva a Rulo a demostrarle a su abuelita que estará bien sin ella y que puede dejarlo para que descanse en el más allá”.
Agrega que Abuelita, deja de flotar por el cuarto, es una novela sin nostalgia alguna es una historia que desde su propio título es “cotorrero”, es humorística con algunas situaciones que se pueden vivir en cualquier ciudad, que enfrenta a Rulo y a tres de sus amigos a demostrarle a su abuelita que está listo para enfrentar la vida y en el camino para ganar su primer millón, para eso cuenta con una guía fundamental, un libro llamado Grandes hombres de nuestro tiempo, con el que pretenderá imitar para que ella se pueda ir a descansar.
Ganadora del premio de la Fundación SM, El Barco de Vapor, nos vamos enterando de la vida de Rulo junto a su abuela, gracias a la intervención de una de sus vecinas y psicóloga con quien lo mandó la madre del protagonista al enterarse que él habla con su abuela, en estos encuentros nos va también presentando a sus amigos Froy, Muriel y Luis Antuán.
“Escribir para niños y jóvenes, me atrevo a decir que es el mejor de los mundos literarios, tienes todo contigo, la gente es padrísima, los lectores son muy honestos y son los mejores, sigo por este camino y me aventé el chiste de ganar este premio otra vez (jajaja). Ahora sí como que se me chispoteó porque lo permitieron las bases este año, tenía la novela lista y se me ocurrió mandarla y bueno el resultado ahí está, me alegra mucho, pero también me apena mucho, me dicen que soy un avorazado y ahora que lo pensó, pues si tienen razón (jajaja).
Toño Malpica reconoce que para el fue una doble sorpresa enterarse de que ganó este reconocimiento, primero por volvérselo a llegar y segundo porque fue para una novela que considera muy humorística.
“De repente se deja mucho en segundo plano el humor porque parece que resta seriedad a los asuntos, ¡cómo que libros premiados que den risa!, es difícil, pero le gustó al jurado y quién soy yo para discutirles su buen gusto, (jajaja).
Ilustraciones
David Espinoza, el Dee, fue el creador de las ilustraciones que acompañan esta novela infantil, como pequeños descansos para sus lectores y hacer el momento un poco más agradable, desde la portada donde se puede ver a la abuelita de Rulo saludándolo, y cada una de las situaciones que tendrá que ir resolviendo el protagonista de este relato.
¿Si llegas a tu casa y ves a tu abuelita flotando en tu habitación qué le dirías?
“Sería a todo dar, la verdad si, cuando uno es niño todo te parece verdad, no dimensionas lo que vas pensando como eso de que Rulo se sintiera bien por tener su cuarto para él solo, antes lo tenía que compartir con su abuelita, pero regresando a tu pregunta, sería muy chido poder platicar con mi abuela, tal vez incluso aprovecharía y le preguntaría cómo hacía el pozole que le salía tan bueno, y cómo se divierte en donde está o que me pase todas sus recetas secretas (jajaja).
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