Sentidos a Ciegas, maridaje perfecto entre el vino y una cena diferente

Como parte de las actividades que están llenando de vida Casa Rosas este próximo 9 de septiembre toca el turno a los sentidos, en una experiencia que te hará dimensionar las capacidades que cada uno tiene

Por Mario Díaz (El Master).-

Casa Rosas (Galeana 368 en plena zona de las Nueve Esquinas) un centro cultural que poco a poco va ganando reconocimiento con la serie de eventos que va presentando, ahora sorprenderá a todos los sentidos con un buen maridaje de sensaciones, percepciones y finalmente con una carga sutil de reflexiones, con Sentidos a Ciegas.

Este evento principalmente gastronómico que se da por la buena mezcla que la maestra Aurora Rosas (propietaria de Casa Rosas) encontró en Osmar Castro y José Luis Ramos, al ser la responsable de fusionar dos proyectos en un mismo lugar, como resultado la perfecta combinación para explorar los sentidos del gusto, tacto, olfato y oído aunando a la oportunidad de un cambio en la percepción de quienes acudan a esta cena a ciegas.

Se trata de dos eventos en uno que se diseñó como una experiencia para reconocer y reflexionar a través de una cata de vino y una cena a ciegas, dos temas que se complementan uno al otro.

La primera etapa se trata de una cata de vino en donde el participante podrá reconocer e identificar algunas de las características de esta bebida con algunas texturas podrán tocar antes de degustar sus copas.

Es Osmar Castro, sommelier retirado quien comenta:

“Algo que siempre he dicho y lo compruebo es que el vino es de las únicas bebidas que le puedes desnudar el alma. Cuando catas un vino le encuentras cientos o mil de detalles, sentimientos, desde las personas que lo elaboraron hasta quienes lo pusieron en las barricas, puedes escudriñar el tiempo, al que lo escorchó hasta el que lo etiquetó. Lo que hace este tipo de eventos es quitarte la vista para que puedas ver con las manos, con la nariz, con la boca, para que lo puedas escuchar”.

“Se trata de ponerte varias copas de vino y en la base de esta se colocan distintas texturas puede ser rasposas, aterciopeladas, como corcho, como seda y uno mismo con la textura que te da el tacto vas sintiendo y la bebida antes de tomarla, así le encuentras sabores ásperos, corpulentos si tocas algo amaderado, roñoso, vaya sabrás y te estarás preparando para un vino fuerte; si por el contrario sientes texturas más suaves, el vino que vas a probar te sabe más ligero, tal vez afrutado”.

**_{José Luis Ramos y Osmar Castro, invitan a esta experiencia inigualable.}**

Destaca que la mente es maravillosa y estando con los ojos vendados te va preparando para el vino, y aunque no sepas nada de vinos asegura que al momento de experimentar las superficies de diferentes texturas vas apreciando si el vino es fuerte o suave, empiezas a encontrarle incluso sabores acanelados, a chocolate, a madera, frutas que están en el vino y que descubrirás con esta experiencia.

La segunda parte después de la cata nos vamos a cenar con ojos vendados, refiere José Luis Ramos, quien tiene ya varios años realizando esta experiencia sensorial-culinaria.

“A los asistentes que en esta ocasión como máximo serán 30 personas, se les platica y explica un par de técnicas que utilizan las personas que son ciegas totales y a partir del uso de los sentidos, irán identificando las texturas, olores, la distribución de la comida en el plato, los ingredientes, cómo se compone el platillo, cómo se entremezclan tanto olores sabores y texturas, es brindarles la oportunidad de que nos digan qué es lo que les evocan todas estas sensaciones que van apareciendo por medio de esta experiencia positiva”.

“Con esto la gente se lleva un reconocimiento de sí mismos y de todas las capacidades que tienen sensoriales, de percepción, de reflexión que no sabe que tienen por usar todo el tiempo la vista. Se llevan en lo reflexivo un concepto diferente de sí mismos sobre todo lo que pueden logran al dimensionar la capacidad de sus otros sentidos que normalmente se dejan de lado, actuamos de manera autónoma, condicionada a ciertas rutinas, cuando la cambias y te sacan de esta zona de confort, dimensionas tus otros sentidos y terminas con esta experiencia enriquecedora”.

Casa Rosas invita a que no te hagas de la vista gorda y te atrevas a experimentar tus sentidos con un buen vino, una rica cena y por supuesto que la compañía de todas estas personas que también aceptaron conocerse un poco más.

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