
Juan Carlos Huerta Vázquez
El Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, considera que la presencia del gobernador del estado, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz en la marcha Guadalajara PRIDE este fin de semana, confunde a la mayoría de los católicos que él gobierna.
Si bien se ha comenzado manejar su presencia el corte de listón de la marcha gay, como un acto proselitista, el prelado dice que, sin denostar a la comunidad homosexual, se trató de un acto complaciente a una minoría, «el gobernador sabe el encargo que tiene de toda la ciudadanía, sabe que complace a una minoría, pero a lo mejor sabe también él que pone un signo así como de interrogante, de confusión, ante la inmensa mayoría que el gobierna”.

Afirma que a la Iglesia Católica no le molesta la presencia del Aristóteles Sandoval en la marcha de este fin de semana
Por otra parte, el también Presidente del Episcopado Mexicano, lamentó la creciente inseguridad y las lagunas legales en el Sistema de Justicia Penal, que propicio actos de linchamiento, protagonizado por los ciudadanos, que buscan hacerse justicia por su propia mano, «es triste deberás el aumento de casos de robo en la calle a mano armada, con violencia, yo no sé, no entiendo porque las autoridades no se hacen presentes en lugar de cortas listones, como cortar con esta onda de violencia”.
Agrega que los clérigos no escapan a los embates de la delincuencia, y expuso que un sacerdote fue despojado de su vehículo de manera violenta, «el día de antier asistió a una farmacia y al salir de compras de la farmacia se sube a su coche y dos personas no le dejan cerrar el carro, uno con pistola y otro con navaja, lo bajan y se llevan su coche, afortunadamente él se comportó sereno pero uno al otro se invitaban a que le hiciera violencia, no sabía que era el padre, era un ciudadano para ellos común y corriente, esto habla pues a lo que estamos expuestos todos los ciudadanos en un estacionamiento a plena luz del día, haciendo lo que tenemos que hacer en la vida diaria no estamos seguros”.
El prelado pide un alto a la inseguridad, y sugiere cambios en los organigramas de las corporaciones, «es triste de veras el aumento de casos de robo en la calle, a mano armada, con violencia, yo no sé, no entiendo, en eso por qué las autoridades no se hacen presentes, lo que sea necesario, si el cambio de cabezas lo remedia pues habría que hacer el cambio, no”.
El purpurado dijo que una manera de controlar la creciente violencia es volver a los valores básicos de las personas.