
Víctor Galindo
Ensayando en los pasillos del atrio de la basílica de Zapopan en lugar de hacerlo en la casa de la Cultura municipal, como hasta hace unos meses venían haciéndolo, los “Niños Cantores de Zapopan” acompañados por sus padres y su maestro de canto, Benjamín Bautista Barba, fundador y quien oficialmente se ha desempeñado desde hace cinco años como director de esta agrupación coral, continúan con su preparación artística pese a la negativa de apoyar el trabajo realizado por el profesor, lo cual a sido externado abiertamente por quienes se dicen respaldar la cultura en el municipio maicero.
Según denuncia de los padres de familia en los últimos tiempos se han desencadenado una serie de medidas represivas en contra de la agrupación coral, afectando no solo al profesor Benjamín sino también, se ha intentado dividir y poner en contra a los padres de familia, quienes al detectar las intenciones de los representantes municipales de Cultura, el director Gerardo Asencio y el señor Héctor Mendieta, este último al que el titular de Cultura municipal le delegó ciertas facultades, sin tener ninguna idea del manejo de la cultura y quien se ha tomado atribuciones que no son de su competencia, al grado de que toma decisiones a su criterio.
La agrupación original, de medio centenar de voces, tres cuartas partes decidieron continuar a lado del profesor Benjamín Bautista Barba, pese al hostigamiento y amenazas que estos personajes municipales han realizado en contra de los padres de los pequeños y obligando a los infantes a firmar listas de asistencia post fechadas, argumentando impuntualidad en el profesor y para considerarlo como una falta grave y así justificar la separación del maestro al frente de su grupo.
Sin embargo, debido a los avances alcanzados por los “niños cantores de Zapopan” en un proyecto concretado de cinco años a la fecha, la madurez y el interés despertado en los pequeños, gracias al profesionalismo, trayectoria y técnicas aplicadas por el director del grupo vocal; los padres buscaron una explicación por parte del presidente municipal Pablo Lemus, haciéndole llegar oficios y cartas, donde solicitaban no permitiera la desintegración del grupo y que impidiera la manipulación en el área de Cultura municipal, sin que hasta el momento exista una respuesta.
Cabe destacar la capacidad y avances alcanzados por el trabajo realizado por los “niños cantores de Zapopan” de la mano de su director, sus exitosas presentaciones, una popularidad reconocida en la zona metropolitana de Guadalajara que llevó a este grupo coral a realizar varios comerciales oficiales, incluyendo el que abanderara la campaña de Pablo Lemus “Zapopan, la Ciudad de los Niños” y en la capital jalisciense el de Enrique Alfaro, “Guadalajara, Guadalajara”.
Sin contar, la presentación constante de los “Niños Cantores de Zapopan” en eventos oficiales, conciertos y muchas otras posibilidades obtenidas de manera particular, al margen del desinterés del departamento de Cultura municipal zapopano.
Carentes de presupuesto oficial, el cual no superaba en la anterior administración, los 200 mil pesos al año, y que sin embargo existía para respaldar las presentaciones del coro; en la actual, solamente existen promesas, simulaciones y una voracidad demostrada por el director de Cultura municipal y su equipo de incondicionales, quienes han pretendido condicionar y ensuciar una ilusión de medio centenar de niños, que llevados de la mano de un profesional maestro de canto, no dimensionaron que existen intereses obscuros tratando de frenar sus sueños.