Redacción- Trabajadores obran, laboran durante la noche, trabajan como si hubiese luz de día, el ruido, los gritos y las vibraciones retumban el suelo del corazón de la ciudad, todo para avanzar lo más rápido posible.
Es en el cruce de avenidas Juarez y de 16 septiembre, el centro exacto de la ciudad, que por lo menos durante la expansión de la linea del Tren Ligero, Guadalajara no duerme.
El apuro radica en entregar la obra antes de que termine la actual gobernatura del Estado, mientras poco se dan cuenta que es una promesa de más de 30 años de antiguedad hecha a los tapatíos, promesa que muchos y muchas no alcanzaron a ver con sus propios ojos.
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