Juana María Ramírez.- Comprar un libro usado es como llevarse dos historias a la vez, una la que está escrita en el libro y la otra la que cuentan las huellas que de alguna forma quedan en el libro en cuestión, que si una hoja doblada, una frase subrayada, una mancha de café, y en el mejor de los casos una misteriosa dedicatoria al dueño anterior; comprar un libro usado no solo es comprar más barato, es una oportunidad para dar rienda suelta a la imaginación.
Decimos esto porque a propósito de los libros usados la Feria dedicada ellos que desde hace siete años se instala en los portales del Palacio municipal ya está en todo su apogeo y los libreros de usados y antiguos ofertan sus mejores ejemplares para quien gusta de las letras y acercarse un poco más a la cultura, evento que cada año ha ido creciendo hasta consolidarse como un gran acontecimiento, al que cada vez mas acuden un mayor número de lectores.
David Mora, librero desde hace 35 años, aunque con apenas cinco en la ciudad de Guadalajara, dijo sentirse orgulloso del trabajo que se ha desarrollado por la feria desde su inicio, pues aunque no estuvo desde un principio desde que se encuentra en estas tierras a contribuido para su promoción y enriquecimiento “cada año va mejor, viene más gente y eso nos emociona”, señala.
El entusiasta vendedor de libros antiguos y usados, cuenta a Efecto Ezpiral poco a poco el principal objetivo de la feria se ha ido consolidando y este por supuesto no es vender más libros, sino acercar a la gente a la cultura, al mundo de los libros y sus autores, cosa que han logrado gracias al esfuerzo de la asociación de libreros y a los mismos autores que han aceptado hasta el momento participar, pues tan solo para la primera feria estuvo como invitado de honor a Fernando del Paso, un inicio con el pie derecho señala.
Y como público puede verse que la oferta a mejorado con mucho a lo que se vendía en los principios de la feria en donde lo que proliferaba eran libros de metafísica y auto superación, actualmente se ve más literatura historia, ciencia y gente interesada en adquirirlos, y algo que ha ayudado mucho a ello es como dice el mismo Moira la presencia de algunos autores que a lo largo de las dos semanas que en esta ocasión durará la feria se estarán presentando para leer sus obras y platicar con los lectores, acercamiento que permite que mucha gente pueda disfrutar más de los libros.
Y es que la gente se emociona al conocer un autor al encontrar un libro que andaba buscando y no encontraba, y sobre porque los precios están muy por debajo de las librerías que los venden nuevos, es una oportunidad de encontrar rarezas, y temas entrañables señala Mora quien inició en la venta de libros usados en la ciudad de México como una herencia o tradición de su padre que se dedicaba a la misma actividad en la ciudad de México.
Y en el tema de preferencias recuerda que el autor que más le impacto en su niñez fue Julio Verne, leer sus libros me amplio el mundo” señala emocionado ahora hablar de las preferencias del público mejor desiste en opinar, pues señala que lo que más se vende son los libreros que son para estudiar, y bueno, le siguen autores como Coehlo y Bucay “Es la elección de la gente”, señala sonriendo.
Pero eso es precisamente lo bueno de ferias como ésta, porque no sólo ésta la variedad de temas y autores que presentan los libreros, sino que junto con los eventos que se desarrollan a su alrededor se da la oportunidad de acercarse cada vez más a otro tipo de lecturas y quizás, porque no cada vez más se atrevan a explorar otras vertientes de lectura.
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